Grandes momentos de la usabilidad: Votaciones

Recuperemos otro suceso en el que un problema de usabilidad generó un incidente a gran escala: el famoso caso de las papeletas electorales que dieron la victoria a George W. Bush en la presidencia de los Estados Unidos.

– ¿Qué tan difícil es perforar un papel?
– Bastante si tienes ochenta y tantos, artritis y ceguera de murciélago.

De la película “El recuento” (2008), consecuencia del revuelo montado en aquellas elecciones.

Un pobre diseño en las papeletas electorales en Palm Beach, Florida, causó que mucha gente con la intención de votar a Gore, acabará dando su voto a otro candidato (Buchanan). Tras el recuento, y el Supremo de por medio, George W. Bush ganó las elecciones presidenciales de los Estados Unidos en 2000 por unos contadísimos 5 votos electorales frente a Al Gore. ¿Es necesario comentar algo sobre las funestas consecuencias de la elección de Bush?


Conocida como “butterfly ballot” (la papeleta mariposa), con nombres de los candidatos a ambos lados y una única columna en el medio con los agujeros a perforar, fue la papeleta utilizada en las elecciones presidenciales en Florida.

Más información sobre este error.

Otros grandes momentos de la usabilidad:

No le pegues a los pandas o la compra online y las instrucciones de lavado de ropa

Las personas nos acostumbramos de raíz a esas herramientas fundamentales que nos cuelan en nuestro día a día. Para los mayores de treinta ni siquiera existieron en buena parte de nuestras vidas, pero ya no nos podemos imaginar una realidad sin, por ejemplo, teléfonos móviles, viajes en avión, navegadores GPS o condones XXL.

Nos acostumbramos con relativa rapidez a cualquier nueva herramienta por influencia de aquellos cercanos a nosotros. Como ejemplo de esta paradoja de los grupos, tenemos a Sylvan Goldman, que inventó el carrito de la compra en 1937 tras notar que los clientes de su tienda dejaban de comprar cuando sus cestas empezaban a pesar demasiado. Sin embargo, nadie usó los carros de Goldman en un primer momento hasta que este contrató actores para que empujaran de ellos por la tienda. Los clientes vieron a estas personas, que consideraban estaban haciendo lo mismo que ellos, y el uso de los carritos despegó hasta convertirse en algo ubicuo en los supermercados.

Ahora, para que un objeto de la vida cotidiana (como me mola decir objetos de la vida cotidiana) evolucione en cierto grado, tiene que pasar por el aro de Internet. Desde hace escasos dos meses hago la compra online.

I’m sorry. Are you from the past?

A ver, que pulir Visa por Internet es algo que todos hacemos desde hace años. Yo hablo de abandonar el carrito de la compra. Ya tuve reparos cuando me compré unas botas de fútbol en Zalando. Algo que tienes que probarte, ver como te queda y eso antes de adquirirlas. Ese procedimiento se invierte en la compra online donde primero pagas y luego te devuelven el dinero o lo cambias si no estás contento. Comprar los brócolis y los yogures de cada semana ya es un paso más en fidelidad y confianza, pero la comodidad paga con creces. Mi herramienta fundamental del nuevo año.

Bueno, hasta aquí la introducción, que sirve para descolocar, pues el artículo va en verdad de ropa que, como elemento fundamental de nuestro día a día, desearía profundamente que evolucionara hacia la ropa que no se mancha, que no huele ni se contamina. Vamos, que no haya que lavarla, que es uno de los grandes desastres ecológicos de esta sociedad. Y serviría además, para deshacerse de unos de los mayores despropósitos creados en cuanto a iconografía y estandarización.


O dásela a tu madre. Ella sabe como hacerlo.

Las instrucciones de lavado de la ropa son como los términos y condiciones, nadie se los mira antes del uso. Y puede que la principal razón de ello sea que no se entienden, resultado de unos iconos difíciles de interpretar (¿qué relación tiene para un consumidor un triangulo equilatero y la lejía?). Joaquín Márquez lo detalla muy bien en un post viejuno. La consecuencia de esto es que las etiquetas de la ropa se acaban parodiando a sí mismas:


No le pegues a los pandas.


Estas camisetas se han probado en animales. No les quedaban bien.


Lávate siempre el trasero.


Dásela a tu mujer, que es su trabajo.


Lávala cuando esté sucia.

Diseño para el error o por que los aviones tienen ceniceros en los lavabos

Las décadas son un invento reciente. No ya el concepto de diez años seguidos, claro, sino el de unidad cultural. Antiguamente, la medida de estos cambios vendría dada, por ejemplo, por la vida del rey. El reinado de Isabel la Católica, que no vendría exento de modas que abochornarían a dinastías previas.

Durante el Renacimimento, algunas mujeres usaban el jugo de las bayas de la Atropa belladonna para dilatar sus pupilas, efecto conocido como midriasis, por motivos puramente estéticos. Un reinado o un papado más tarde seguramente se recordarían ridículas con esos ojos.

¿Cómo podía llevar semejante peinado en los 80? Bueno, a parte de que por entonces tenía pelo, porque es común que la mayoría de nosotros tengamos una opinión decente de como somos ahora. “Pero dentro de cuarenta años”, escribía Dale Carnegie en 1948, “puede que miremos atrás y nos riamos de la persona que somos hoy”. ¿Dentro de cuarenta años? Los hipsters no van a durar ni cinco. Con la celeridad de estos tiempos, pronto los lustros serán las unidades culturales mínimas.

Son necesarios muchos cambios para que una unidad de tiempo se considere significativa. Vivimos en una sociedad que ha conseguido añadir cuarenta años a la vida media de la especie humana en solo dos siglos. Desde el neolítico, tan solo se consiguió un aumento de veinte años en diez mil que pasaron. La consecuencia de ello es que los sucesos culturales de gran magnitud cada vez se dan en periodos más cortos. La sensación de ser parte del pasado se nos echa encima. Eramos trogloditas hace medio siglo.

¡Hace treinta años la gente iba fumando en los aviones!

De hecho, podría haber empezado por ahí, que es de lo que realmente trata esta entrada, pero me esfuerzo por poner en contexto el asunto y andarme un poco por las ramas. En Engineering Infrastructures For Humans explican por que los aviones tienen ceniceros en los lavabos.

El que menos haya viajado en avión sabe que no se puede fumar dentro de ellos. Queda permanentemente avisado en los luminosos interiores, en los múltiples adhesivos de las puertas y en los manuales de instrucciones. Incluso, y aquí viene lo curioso, hay un aviso de no fumar adherido al cenicero del lavabo.


Quieto, “parao”.

Si no se puede fumar en los aviones, parece completamente ilógico que haya ceniceros, con lo que esto tiene pinta más de un parche que de una solución. Debe ser que el coste de eliminar todos los ceniceros de las puertas de los lavabos se dispara en comparación con el coste de poner una pegatina de prohibición justo donde puedes apagar el cigarro. Si American Airlines ahorró cuarenta mil dólares eliminando una aceituna de cada ensalada, aquí también economizaremos.

Pues no.

Resulta que según el código de regulación, tener ceniceros en los lavabos de los aviones no es algo opcional. Un avión no puede abandonar el terminal si no dispone de ellos.

Es una decisión basada en una de las principales heurísticas de diseño centrado en el usuario. Los usuarios cometerán errores y probarán acciones no permitidas, y puede que no tenga nada que ver con maldad o estupidez. No asumas que tus usuarios nunca romperán las reglas y toma una medida de reducción de riesgos. Está prohibido fumar, pero si fumas, al menos, apaga el cigarro bien y no vaya a pasar como en 1973, cuando un accidente de avión atribuido a un cigarrillo mal apagado acabó con la vida de 123 personas.

Todo diseño centrado en el usuario es un diseño que tiene en cuenta el error humano. Por eso los cajeros devuelven la tarjeta antes de entregar el dinero o la pantalla del iPad se apaga a los cinco segundos si no se desbloquea.

Todo el mundo puede fallar. Menos Torres, este que no falle el sábado.

Conspiranoia: las impresoras de inyección de tinta

¿Cuáles son los elementos básicos que toda respetable teoría conspirativa debe poseer? En este artículo de Wired identifican los 6 ingredientes indispensables para este tipo de conjeturas y sin necesidad de masones de por medio. ¿Nunca habéis escuchado nada sobre la conspiración de las impresoras de inyección de tinta?

¿Me estás tomando el pelo? La impresora de inyección de tinta fue una completa farsa! Piénsalo detenidamente, todo el mundo sabe que la tinta de los cartuchos está hecha de sangre de unicornio. ¿Y te has fijado que HP y EPSON han empezado a comportarse de forma muy extraña? Es obvio que no quieren que esta trama salga a la luz. Quiero decir, ¿qué pasaría si la gente empezara a preguntarse por qué las impresoras de inyección de tinta son tan baratas? Bueno, puede que sirva para engañar a la plebe, pero los miembros de la Oficina Sin Papel no se tragan esta historia. Mira, no sólo lo digo yo, Gillete con sus cuchillas desechables está convencido también. Pero tenemos que actuar rápidamente, porque quién sabe cuando se atascará el papel de nuevo. Sólo quería que supieras de todo esto, en caso de que desaparezca.

La clave reside en susbtituir los elementos en negrita por una serie conceptos que conformarán una plantilla para generar todo tipo de teorías conspirativas:

¿Me estás tomando el pelo? [suceso en cuestión] fue una completa farsa! Piénsalo detenidamente, todo el mundo sabe que [precedente conocido]. ¿Y te has fijado que [nombrar a alguien poderoso] han empezado a comportarse de forma muy extraña? Es obvio que no quieren que esta trama salga a la luz. Quiero decir, ¿qué pasaría si la gente empezara a preguntarse [pregunta inquietante]? Bueno, puede que sirva para engañar a la plebe, pero los miembros de [grupo dedicado a la búsqueda de la verdad] no se tragan esta historia. Mira, no sólo lo digo yo, [aprobación de un experto] está convencido también. Pero tenemos que actuar rápidamente, porque [indicio de una amenaza imminente]. Sólo quería que supieras de todo esto, en caso de que desaparezca.

En los comentarios de 6 Elements Every Conspiracy Theory Needs podréis encontrar decenas de teorías conspiranoicas. Un par de ellas me han llamado suficientemente la atención como para dejarlas en los comentarios de esta entrada. Si alguien se anima a destapar alguna trama, que lo haga de manera anónima, no vaya a tener problemas…

Una comida por la que morir

No se puede llamar mundo moderno a un mundo en el que más de 50 países aún mantienen y utilizan la pena de muerte. Qué los vinilos y los libros todavía resistan o que se vea alguna que otra cinta VHS tiene un pase, pero lo de la pena de muerte es de juzgado de guardia —bueno, más bien de tribunal supremo en este caso.

Japón y Estados Unidos la siguen aún contemplando y en ambos países se sigue practicando la tradición de ofrecer al condenado una comida especial, la última antes de que sea ejecutado. Una tradición que es en realidad ancestral. En culturas como las griegas, egipcias o romanas se facilitaban alimentos antes de la muerte para afrontar el largo viaje a la otra vida y los aztecas alimentaban a sus sacrificios humanos. La comida más famosa de todas es sin duda La última cena, aquella en la que Jesús sabía que moriría al día siguiente y que consistió en pan y vino en compañía de sus amigos, a.k.a. apóstoles.

David Allen Castillo fue condenado a muerte por el asesinato en 1983 de una mujer a la que apuñaló varias veces durante el robo en una licorería en Texas. Ya desde el corredor de la muerte, la petición para su última ingesta la conformaban 24 tacos, 6 enchiladas, 6 tostadas, 2 cebollas, 5 jalapeños, 2 hamburguesas de queso, un batido de chocolate, un litro de leche y un paquete de Marlboro. Al final se le quedó en 4 tacos [en], que los penitenciarios tienen sus propias reglas incluso para la última dieta.

El mismo Departamento de Justicia de Texas mantenía una web desde la que el público podía revisar las últimas dietas de cada prisionero sentenciado a muerte. En 2003, esta página web se cerró debido a diversas quejas que tachaban la información de fetichista y morbosa. Basándose probablemente en estas listas, el británico James Reynolds ha realizado una serie de fotografías documentando estas peticiones a las que ha llamado Last Suppers (Últimas cenas):








Otros trabajos interesantes de este recién graduado (al que vale mucho la pena ojearle el portfolio) :


6-Pack Typeface (La tipografía 6-pack): alfabeto y números hechos con los anillos de plástico de los packs de 6 latas.


Far Foods: un envasado alternativo para los supermercados. Muestra la distancia desde la que viajan los alimentos al estilo de las tarjetas de embarque.

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Relájate. Sé humano

El diseño de interacción es todo sobre la comunicación con el usuario. Es cómo una empresa -detrás de un servicio web – puede crear una relación de tú a tú con sus clientes o usuarios. Es cómo a través del lenguaje y del tono de voz se dirigirán a cada uno.

Me estoy refiriendo a ese mensaje que hace que en algún momento seamos conscientes de que no estamos utilizando un software meramente, sino que hay alguien humano detrás. Ese “Hooray, no spam here!“.

Esta informalidad crea conexión y de ella se sirven actualmente las empresas para conectar con la gente y humanizar la tecnología, tratando de ser amigables mediante el lenguaje usado. Aunque hay que andarse con cuidado de no ser demasiado coloquial, lo que a veces puede llevar a la confusión y al “hacer pensar“. En este ejemplo de un cajero pecan de demasiado amigables:

Cajero con lenguaje demasiado coloquial
¿Te gustaría seguir la marcha? Claro! No, gracias. Es tan coloquial que te hace pensar que tienes que hacer. Claro. No, gracias. Sí, no. Continuar, cancelar.

Pues este ejemplo y otros de cómo pueden mostrar a la gente que las empresas son gente también, es en lo que se centra la presentación “Designing Humanity” (Diseñando Humanidad) [en] de Bill DeRouchey. En ella se discuten los efectos del lenguaje y el tono de voz en la web y su impacto en cómo y qué dicen las empresas en sus relaciones online con los consumidores. Bill DeRouchey, se esfuerza en hacer amenas sus presentaciones, a pesar de la poca gracia que destila el pobre. Sin embargo siempre tiene buenos ejemplos que mostrar, como por ejemplo el de Woot, en donde van un paso más allá en la comunicación con sus usuarios:

Formulario de registro de Woot
No te preocupes, esto no dolerá mucho…

El caso es que recordé esta presentación cuando hace escasos días nos topamos con este formulario de registro:

Formulario de registro en Lockerz
¿Combination? ¿Por qué romper con el estándar del password cuando ha costado tanto hacerlo comprender? Es tan paradójica la situación que en la pista sobre el campo (hint) acaban diciendo que es precisamente tu contraseña. Cuanto Cuando menos, ganas de confundir.

Pertenece al registro de Lockerz, un sitio web que tiene el objetivo de conectar a la gente a través del consumismo. Si son ustedes capaces de controlarse, parece un lugar atractivo y con potencial, que ahora mismo sólo está disponible por invitación. Tiene la particularidad de que permite acumular unos créditos llamados Pointz que luego podrán ser canjeados por regalos de todo tipo (desde ropa y accesorios hasta electrónica de consumo, juegos y descargas). Si alguien se quiere animar a probarlo tan sólo debe pedirnos una invitación. ¡No nos quedan muchas ya!

Relájate. Sé humano

La Metamorfosis de la Palomita

Fray Luis de León, uno de los poetas más importantes del Renacimiento español, fue apresado durante varios años por un crimen que posiblemente nunca cometió. En los 80 hubiera formado parte del Equipo A, pero en tiempos de la Inquisición lo encerraron por haber traducido partes de la Biblia sin tener licencia, algo así como bajarse archivos en la actualidad. Cuando volvió tras 5 años de ausencia a dar clases en la Universidad de Salamanca, reanudó la cátedra con la célebre frase: “Como decíamos ayer…

Pues como decíamos ayer, entre batallita y batallita del eRepublik, recibí un e-mail de mi amiga Adelaida invitándome a la clausura de su proyecto “La Metamorfosis de la Palomita“. Tras tan singular nombre se esconden una serie de vídeos donde “la provocación irónica y un poco de mala leche son el hilo argumental para remover las aguas internas -si las hubiera- del espectador”. Estos caraduras del colectivo Controlzeta, en colaboración con la productora Miniature, intervienen artísticamente en espacios públicos de Barcelona y lo mismo tratan de poner en venta la playa de la Barceloneta, que tienden la colada en medio de las Ramblas y, por el camino, salen desnudos a pasear el perro, reparten flyers en blanco o sortean en eBay minutos de televisión.

La Metamorfosis de la Palomita

No os perdáis los vídeos de estos terroristas visuales en La Metamorfosis de la Palomita.

La crisis. Problema y solución (y II): la solución es menos

Previously on MakeMeMinimal…

No hay duda entonces de que esta manera de crecer no está hecha para durar. Además, esta brutal demanda de recursos y energía para sostener un mercado cuesta demasiado dinero, con lo que el sistema financiero exige invertir en dinero en vez de en producto y… se acabó el crecimiento. La curva empieza a torcerse y se tejen ideas para cambiar su rumbo y seguir por donde lo dejamos, pero la realidad actual es que hemos alcanzado los límites del crecimiento tal como lo entendemos hoy en día.

No estamos pasando un bache en el que la solución sea inyectar una cierta cantidad de dinero sacado de vete tú a saber donde para que los niveles de consumo sigan creciendo. Si el mundo entero avanza de la misma manera que han hecho los países desarrollados… ¡no va a quedar mundo! No creo que la solución global sea dar el relevo a fuentes de energía renovables y productos verdes o generar más puestos de trabajo. ¡No creo que sea eliminar o reducir el IVA para tener más recursos, gastar más y aumentar el consumo!

¿Por qué las fuentes de energía alternativas no son la solución a largo plazo?

Imaginemos que podemos abastecer de energía solar a toda la Tierra. Volviendo al vídeo de Bartlett, vemos que el Sol irradia 7000 veces la energía necesaria para el total abastecimiento, que parece más que suficiente aunque la demanda energética mundial creció un 4,3%. Si nos fijamos bien, tal crecimiento supone doblar la demanda cada 16 años (70 / 4,3). Si nos doblamos 13 veces (213 = 8192), en donde teníamos la unidad tendremos más de 7000, por lo que en 208 años (13 veces 16 años) seríamos capaces de acabar con la energía proporcionada por el Sol. Esto sin contar con que los materiales empleados en la fabricación de paneles solares no se agotaran antes.

La solución es menos gasto energético.

¿Por qué los productos “verdes” no son la solución?

Maquinillas de afeitar desechables, teléfonos móviles que se renuevan más rápido que la ropa de temporada, exceso de coches particulares… Hemos creado adicción por lo barato, motivados por empresas cuyo único propósito es vender y conducir implacablemente a la gente a un consumismo sin fin. Ahora quieren hacer nuestros consumibles más amigables con el entorno.

Probablemente los productos ecológicos sean más respetuosos con el medioambiente, pero la cuestión no es el tipo de productos que usamos. La cuestión no es qué consumimos, ¡sino cuanto!

La solución es consumir menos.

¿Más trabajo?

Cuanto más trabajamos, más conducimos y más energía gastamos. Trabajar menos puede sonar algo radical hoy en día, pero no lo ha sido siempre. Los americanos trabajan 100 horas más al año que en 1976 [en]. Evidentemente todas estas horas han ayudado a doblar la productividad del trabajador americano en la pasada mitad de siglo, pero esto también ha incrementado los niveles de consumo energético y emisión de residuos. Si todo el mundo adoptara este modelo, la temperatura global aumentaría 4,5 grados en 2050.

No es verdad que una jornada laboral de 4 días a la semana disminuya un 20% la economía. Sin embargo, puede hacer que aumente la productividad por hora. Noruega genera más Producto Interior Bruto por hora trabajada que Estados Unidos, y los noruegos trabajan un 20% menos de horas al año que los americanos. Largas jornadas laborales incrementan la productividad sólo a corto plazo.

La solución es trabajar menos.

En definitiva, hemos estado consumiendo implacable y despiadadamente sin tener en cuenta las consecuencias sociales, medioambientales y humanas, para nosotros y los otros. No es tarde para encontrar una solución a largo plazo, pero tenemos que darnos cuenta de que no estamos pasando por una recesión, de que esta crisis es un cambio global de mentalidad.

Debemos crecer en calidad, no en cantidad. Los niveles de riqueza no se medirán por quién tiene más, sino por quien está más sano o más feliz. Aunque eso supone también que necesitamos productos de más calidad y duración, que reduzcan el consumomenos que hagan más. Mejores diseños.

El mañana no será como el ayer. Es hora de rediseñar el mundo.

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La crisis. Problema y solución (I): el problema es más

La función exponencial se utiliza para describir cualquier cosa que está en continuo crecimiento. Por ejemplo, el número de células de un feto mientras se desarrolla en el útero materno, o doblar reiteradamente un papel por la mitad, donde el grosor del papel crece exponencialmente.

Cómo la leyenda del ajedrez y los granos de trigo está ya muy vista, comentaré la historia del hombre que trabaja por un céntimo al día durante un mes, pero dobla su sueldo cada día. El último día del mes estaríamos ganando más de 10 millones de euros al día. Yo me conformaría con trabajar únicamente en Febrero (3 días más corto), pero solamente estaría ganando 2,6 millones de euros, en vez de los 21 millones de Mayo. Cómo bien dice Negroponte, la parte que la gran mayoría de la gente recuerda es la de los 10 millones al día. Sin embargo:

Cuando el efecto es exponencial, esos 3 días cuentan mucho.

Aquí es cuando entra en juego una popular presentación sobre aritmética, población y energía que Harry me pasó hace un tiempo, donde el doctor en física Albert Bartlett afirma contundentemente que el mayor defecto de la raza humana es nuestra falta de habilidad para comprender la función exponencial. Pero es que en verdad, los medios no nos lo ponen fácil. Las noticias están llenas de porcentajes de crecimiento, que no son fáciles de entender:

Las exportaciones hortofrutícolas se estancan y las importaciones crecen al 20%“. Se están utilizando cantidades de crecimiento en un tiempo constante (anualmente) que son más difíciles de interpretar que si las expresáramos en tiempo para doblarse. Veamos como Barltlett nos explica como realizar esta traducción:

Si una tasa de crecimiento anual es del 20%, supone un tiempo concreto (un año) para crecer un 20%. Eso supone que necesitaremos un tiempo mayor para crecer el 100%, que es justamente el tiempo para doblarse. El tiempo necesario para doblarse se obtienen de la siguiente manera (¡atención expresión matemática!):

Tdoblarse = 70 / % de crecimiento

Así un crecimiento del 20% requiere un tiempo necesario para doblarse de 3,5 años (70 / 20). ¡Es más fácil entender un crecimiento en tiempo para doblarse que en porcentaje de crecimiento!

Si nos propusiéramos escribir diariamente en nuestro blog, pero doblando el número de posts cada día (el segundo día 2 posts, el tercer día 4 posts, el cuarto escribiríamos 8 posts y así sucesivamente), a los 24 días tendríamos que escribir más posts que todas las entradas de la Wikipedia en todos los idiomas (10 millones).

Si nos fijamos, el crecimiento exponencial supone además que cada día en el que doblamos nuestro ritmo de publicación, estamos escribiendo más posts que todos los que había en el archivo del blog. La producción al doblarse es mayor que todas las producciones anteriores juntas.

Por esta razón, un crecimiento exponencial no es sostenible. Es imposible satisfacer la demanda final (¡escribir 10 millones de posts!). Veamos entonces que ocurre cuando el crecimiento continuo de los países desarrollados demanda los mismos niveles de energía, más concretamente de petróleo, cuya demanda actual es del 2,7% anual de crecimiento. Este ritmo de crecimiento hace que la demanda de crudo se duplique en 26 años (Tdoblarse = 70 / 2,7). En ese tiempo quemaremos más petróleo que lo que nunca se ha quemado en toda la historia de la humanidad y estamos hablando de una fuente de energía no renovable y finita. Las reservas de crudo pueden agotarse en 40 años si somos optimistas, y semejantes cálculos pueden aplicarse para el gas natural, el carbón y el uranio.

Aunque en verdad, este crecimiento exponencial no toma la forma de la función exponencial, donde un día pasamos de tener todo el petróleo del mundo a pasar a “no tener ni gota”. Este modelo en ocasiones es una función logística (como en el desarrollo de un embrión, donde el número de células acaba estabilizándose para formar al adulto) o toma, como en este caso, la forma de una función gaussiana, con esa característica apariencia de campana:

Curva con forma de campana de Gauss

Pues bien, actualmente nos encontramos cayendo por la bajada estrella de la montaña rusa de la demanda energética. Nos encontramos cayendo por la pista roja de la estación mundial de la economía. Nos encontramos inmersos en una crisis a nivel global.

Hasta aquí no he dicho nada nuevo, pero esta crisis no es una mera recesión como puede interesar hacernos creer. Esto es un cambio global y el mañana no será como el ayer.

Continuará en… La crisis. Problema y solución (y II): la solución es menos. (practicando con el efecto Zeigarnik)

Defectos o limitaciones que se convierten en moda

Me resulta curioso como los diseñadores han convertido, a lo largo de la historia, defectos o limitaciones en recursos. En especial, todas las limitaciones debidas a la tecnología, que posteriormente se han utilizado como recurso artístico. Veamos a qué me refiero con unos ejemplos:

Tipografías y el píxel

En los años 60 se utilizaba un extraño tipo de letra magnético llamado MICR (Reconocimiento de Caracteres de Tinta Magnética) [en], usado principalmente en el procesado de cheques en banca, que posteriormente valió para dar un aire electrónico a algunos diseños.

Las tipografías dentadas presentan un caso parecido, ya que empezaron a utilizarse durante los 80 cuando se quería dar un aire informatizado a algún diseño. En realidad, estos dentados eran causados por utilizar menos bits de los necesarios en las imágenes, cuando la memoria resultaba excesivamente cara.

Pixelado y tipografía dentada en un póster de Kraftwerk

Esto nos conduce directamente a todo el movimiento Pixel Art, donde se ha hecho de la limitación anterior todo un movimiento artístico:

Arte urbano con píxeles

Fotografía y cine

Las limitaciones de la producción en color significaban unos costes muy altos en los primeros tiempos del cine o la fotografía. Por ejemplo, se requerían cámaras mucho más grandes y pesadas que para rodar en blanco y negro, y usaban una triple película. Sin contar la necesidad de focos mucho más potentes.

Ahora, el blanco y negro se utiliza como un recurso extra, tanto en cine como en fotografía. En esta última, permite al espectador centrarse en la forma y la relación de lo fotografiado. En La lista de Schindler el uso del blanco y negro es puramente un recurso artístico, dando una sensación intemporal a la película. Y bueno, siempre puedes rodar en blanco y negro cuando dispongas de un presupuesto muy ajustado, como hicieron en Clerks.

Como curiosidad, la web de Wanokoto Labs convierte cualquier imagen en una fotografía antigua. Los resultados son bastante buenos. Juzgad vosotros mismos con esta foto de los Rolling Stones:

Los Rolling Stones hace un tiempo

No quiero extenderme más si se ha conseguido entender mi idea. No querría incluir el uso actual de objetos obsoletos tecnológicamente, como las cassettes o las cintas de vídeo VHS, o todo lo que supone un revival de los 80, por ejemplo. Ni mezclar tampoco el concepto de usar como recurso algo que se considera “roto”:

Collar basado en el icono de "imagen rota" de la web

De todas formas, ¿podría el arte ASCII considerarse una limitación que se ha convertido en recurso? Juzguen sino con esta imagen, motivo central de una campaña de publicidad de Touch Typing Pro:

Publicidad de Touch Typing Pro