10 aplicaciones web minimalistas

Esta no es una entrada más con una selección de webs con un cuidado diseño minimalista. Más allá de un bonito y reducido espacio estético, estos sitios webs no hacen nada más que algo muy concreto. Sólo satisfacen una función y, a parte de algo de publicidad, no añaden ningún elemento extra para cumplir su objetivo. A continuación, 10 aplicaciones web minimalistas, que no necesariamente útiles. Las que encima lo sean, pues se merecen un “favoritos”, Delicious o donde quieras guardarlas:

  1. Goingtorain.com. No hay informe meteorológico más simple. Reducido a lo más importante, ¿va a llover?
  2. Printablechecklist.org. Tan sólo permite generar una lista de tareas con sus respectivas casillas de verificación (una llana to-do list). Cuando estemos listos con la lista, imprimimos desde el navegador.
  3. Nowdothis.com. El autor se refiere a esta herramienta más como un jefe que como una to-do list. Sin embargo, no es más que esto último, pero que va pasando las tareas conforme las vas completando.
  4. Jacksonpollock.org. Expresionismo abstracto a clic de ratón. Mejor no pruebes este lienzo en Internet Explorer.
  5. Dummyimage.com. Crea contenedores para imagenes (normalmente útiles para uso en wireframes o prototipos HTML) con tan sólo añadir el tamaño de esta forma: http://dummyimage.com/640×480.

    A Dummy Image
  6. Isitsaturday.net. ¿Es sábado? Y de los mismos creadores, ¿es domingo?. La misma genial idea está disponible para los jueves y los viernes. Sin embargo, parece que el resto de días de la semana carecen de este interés.
  7. Quietwrite.com. Un procesador de texto online donde se ha eliminado prácticamente todo para que tan sólo podamos concentrarnos en escribir. Muy al estilo del “Zen Mode” o pantalla completa en la edición de entradas de las nuevas versiones de WordPress.
  8. E.ggtimer.com. No podía faltar en esta lista un temporizador. Especifica el tiempo añadiéndolo al final de la URL (por ejemplo: http://e.ggtimer.com/3hours14minutes15seconds). Del mismo estilo tenemos a CD y, más visual, Timer Tab, que reúne despertador, temporazidor y cronómetro.
  9. Donothingfor2minutes.com. Esta web nos invita a estar un par de minutos sin hacer nada. Meditando si queremos mientras escuchamos las olas que se reproducen. Si lo conseguimos, nos premian con más indolentes paraderos.
  10. The Ultimate Productivity Blog. Por último, incluiremos un blog en esta lista. Uno muy minimalista que trata de, como el nombre indica, la mejor manera de mejorar tu productividad.

Sólo se muere una vez

For all my HTML nerd friends, this is in the cemetery behind my house“. Jake entonces publica en Facebook una foto que acaba de tomar en el cementerio que queda detrás de su morada en Berlín:


R.I.P. Meta Linck

No me quiero poner trágico, pero todos vamos a morir algún día. Unos antes, otros después, el resto en 2012. Las funerarias lo saben y, en ocasiones, se atreven a promocionarse a través de anuncios tradicionales, lo que supone un auténtico reto:


Sólo se muere una vez. Promoción de los servicios de una funeraria de Bucarest, Rumanía.


“No piense sobre el final al final” y otras perlas cómo “Si puede leer esto, no es demasiado tarde” o “Igual que en los mejores restaurantes. Tendría que hacer una reserva previa” en los carteles para el cementerio cristiano ortodoxo de Saint Michael en Sofía, Bulgaria.

Las funerarias son un negocio que ofrece unos servicios en los que la mayoría de las personas prefiere no pensar. No queremos que nos recuerden sobre la muerte y tenderíamos a ignorar sus promociones. Por eso, los anuncios tradicionales tal vez no sean la mejor táctica de marketing para promocionarlas. Probablemente, las búsquedas en Internet sean más efectivas. Cuando llegue el momento de necesitarlas, funerarias en Barcelona, por ejemplo. Y hablando de páginas amarillas, hace unos años lanzaron una campaña publicitaria llamativamente bien realizada y que expresa el mensaje de la forma más simple posible:



El resto, rosas y verduras, en I Believe in Advertising.

De todos modos, a pesar de sus esfuerzos de marketing, supongo que los servicios de las funerarias no habrán experimentado una pérdida de clientes debido a la crisis económica. La gente sigue muriendo por sus servicios.

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¿Por qué en Ikea siempre acabamos comprando de más?

Dentro de una tienda Ikea no puedes evitar entrar en un estado de perpetua complejidad: estantes repletos de cajas aplanadas marrones etiquetadas con nombres y códigos aleatorios, una linea amarilla que te lleva inexplicablemente por habitaciones cuando lo único que querías comprar eran unos utensilios de cocina. Luego, sólo cuando tu temperatura emocional se ha visto incrementada y puedes sentir un picor de pánico alrededor de tus oídos, te enfrentas a la versión Ikea de atención al cliente: un adolescente mal pagado, entrenado para la desconexión psíquica, que te dirá que se les ha agotado el producto. La próxima entrega no llegará hasta dentro de 2 semanas. No, no puedes realizar el pedido, tendrás que volver a la tienda. ¿Esa otra pregunta? Bueno, tendrás que hacérsela a alguien que esta en los lavabos… eso está a cinco metros siguiendo la linea amarilla y la cola está a tu izquierda.

Es una cita extraída de un antiguo artículo de Guardian [en]. Del orden del 60% de las compras que se llevan a cabo en Ikea no son cosas por las que la gente fue allí a propósito, no estaban en su lista de la compra. ¿Cual es entonces el secreto del gigante sueco?

Resulta que todo se basa en la propiedad de privar de autonomía a los visitantes de la sala de exposición. Lo explica en una charla el profesor Alan Penn, donde describe como los arquitectos utilizan el espacio para vender cosas, de manera que crean patrones de movimiento para llevar a la gente hacia los productos.

Uno de los casos que expone es el de Harrods, los grandes almacenes londinenses. Estaban convencidos de que debían tener algún tipo de problema, pues cada sábado doblaban el número de visitantes, pero las expectativas de ventas no eran las esperadas. El equipo del profesor Penn estudió la relación entre la estructura espacial del local y el flujo de gente moviéndose por éste. Resultó ser que no es que la congestión de personas estaba obligando a la gente a no poder avanzar, sino que las inhibía de echar un vistazo. ¡Realmente les paraba de parar! La gente tenía que seguir moviéndose porque había demasiada presión de la masa que estaba detrás.

Basándose en estudios sobre la estructura espacial concluyeron que uno de los factores que afectan directamente en las ventas es la inteligibilidad. La correlación entre lo local y global. Entre lo que puedo ver ahora mismo y mi posición relativa al gran almacén. Si no sabes donde estás, ¿cómo vas a saber a donde quieres ir?

Sin embargo, cuando llegaron al caso Ikea, se quedaron sorprendidos de que no seguía los patrones que habían encontrado previamente. Tras analizar como el flujo de gente se movía por el local, vieron que el showrooom de Ikea es similar a un sistema urbano. De hecho, lo que haces si vas a Ikea es seguir a la gente alrededor de la tienda. Raramente encuentras gente yendo en sentido contrario, y si lo hacen tienen pinta de estar agobiados. Lo que hacen es crear un entorno completamente desorientativo, pero que aun así tiene una ruta a seguir. Los diseñadores del espacio tratan deliberadamente de confundir al visitante, llevándole a comprar cosas que no están en su lista de la compra. Eliminan su autonomía, la habilidad de actuar con intención.

La ininteligibilidad y la desorientación eliminan tu autonomía. Han ampliado el límite al comienzo de la tienda hacía la sala de exposición y lo han utilizado para eliminar tu reconocimiento de saber donde estás. Tienes que rendirte. Sólo puedes ceder y seguir la ruta que te han propuesto, porque hacer cualquier otra cosa es realmente difícil. De hecho, hay atajos en Ikea. Si quieres puedes ir arriba a la sala de exposición, girar a la izquierda y bajar de inmediato por las escaleras hacia el mercado y empezar a comprar. Los compradores expertos de IKEA lo saben. Parte de la razón por la que disfrutan es porque consideran que tienen experiencia sobre cómo comprar allí.

Te diré el truco. Si quieres saber dónde está el atajo —da la vuelta, está justo detrás tuya. Literalmente.

KEEP IT SIMPLE STUPID

The Phraseology Project. La idea es simple: les envías una letra, palabra o frase y ellos se encargan de aplicarle una tipografía para que quede bonita.

También hemos visto una camiseta, un fondo de escritorio y un póster del Principio KISS.

Y ya que estoy aquí, voy a probar un efecto de relieve de texto usando CSS3. Evidentemente, si estás navegando con Internet Explorer (aunque sea la última versión -IE9-) no apreciarás el efecto, puesto que no soporta la propiedad text-shadow.

KEEP IT SIMPLE STUPID

¿Pronto para una tablet?

Posiblemente, el teléfono móvil sea uno de los dispositivos mas rediseñados del mundo, pero aún así, todavía sigue resultando poco satisfactorio. Durante los primeros años siempre usé Nokia. Me daba pánico cambiar de marca, no sólo porque resultaban óptimos como linterna, sino por el esfuerzo de aprender una nueva interfaz nada intuitiva y el coste del cambio.


Mobile Evolution es un proyecto del diseñador británico Kyle Bean. Muestra una colección de móviles de 1985 hasta 2009 al estilo matrioska (muñecas rusas).

Estos contratiempos desaparecían con los smartphones, así que hace un par de años me pasé a un HTC Hero. La experiencia de usuario no es sólo un atractivo diseño y una grácil interfaz háptica, sino lo que hace trascender el material. Con el paso del tiempo, esta experiencia acabó decepcionando. De hecho, hubiera revoleado el móvil unas pocas veces ya. Un día bajé del avión y no conseguí poder llamar hasta pasada una hora y media porque tuve que lidiar con la memoria, las aplicaciones, los procesos del sistema, reinicios, etc.

Por supuesto que no daría un paso atrás para volver a los antiguos teléfonos, pero pagué 400 € por él y ahora, tal como está el precio de las tablets, no hace que me aventure a dar ningún paso con ellas. La rápida sustitución que hicieron de los netbooks, me hace pensar que son más una necesidad creada que real. Las tablets son muy atractivas, objetos de puro deseo con interfaces muy juguetonas, pero no estoy convencido de que sean algo robusto y estándar por lo que merezca ahora dejarse un pastón.


Ai buu ken!

Me da la sensación que se produce muy a la ligera, que todo está muy verde aún. No quiero ser un early adopter. Creo que tengo bastante paciencia y me sobra mucho mes al final del sueldo.

Las omnipresentes sillas blancas de plástico y la Emeco 1006

He diseñado multitud de cosas de las que no estoy orgulloso y que ya han desaparecido. Quiero diseñar cosas que permanezcan para siempre. Creo que ya va siendo hora de que dejemos de malgastar los recursos del planeta.

Esa es precisamente la actitud y el mensaje que llevamos pregonando por estos lares desde hace ya un tiempo. La cita es de Philippe Starck, en referencia a su colaboración con Emeco, una empresa americana fundada hace más de 50 años con el objetivo de suministrar al ejercito de mobiliario fabricado en acero y aluminio. Destaca en su colección la silla Emeco 1006, que se ha convertido en un icono con el paso del tiempo, tanto por su robustez como por el atractivo de una linea americana clásica que se remonta a la era del optimismo Post Segunda Guerra Mundial.


Sobre la silla Emeco 1006, también conocida como silla Navy (armada o marina), ronda una leyenda que cuenta que el reposadero es un molde del culito de Betty Grable.

“Es una silla que nunca llegas a poseer del todo, simplemente la usas por un tiempo hasta que le llega el turno a la siguiente persona. Una gran silla nunca debería tener que reciclarse. Esto es algo muy considerado con la naturaleza y la humanidad”, sentencia Starck. En la planta de Emeco trabajan 35 personas que fabrican 1000 de estas sillas al mes. Cada una requiere 8 horas de trabajo y 77 meticulosos pasos durante los que se ensamblan las 12 distintas secciones, generando un producto casi indestructible y hecho para durar 150 años.

Ésta en concreto, o cualquiera de las sillas de aluminio de Emeco, la hemos visto en multitud de ocasiones por todos lados, pero ahora entra en acción posiblemente una de las sillas más ubicuas que existen: la silla blanca de plástico. Un omnipresente objeto de la vida cotidiana (como me mola decir objeto de la vida cotidiana) del que hay páginas web y grupos en Flickr con fotos tomadas por todas partes del mundo.

La silla en concreto es una Monobloc (monobloque), llamada así porque consiste en una única pieza de polipropileno calentado a 220 grados y moldeado para producir una silla cada 70 segundos. Se producen por todo el mundo y cuestan aproximadamente 3 € la pieza (en comparación, la silla Emeco no baja de los 300 €). Un mobiliario anónimo, económico, liviano, fácil de limpiar y apilable.


Posiblemente, la Monobloc sea la silla más famosa. Esta en concreto es la silla Pals de Resol.

Se puede considerar que las dos sillas tienen un alto nivel de perfección en su diseño, con características muy distintas, pero que han alcanzado la celebridad global. Aunque esto pueda hacerlas independientes del contexto, en el sentido de que no dan información local o temporal de donde se encuentran, no caben en el mismo contexto simplemente por su ubicuidad. Mr. Anderson y el Agente Smith no están sentados en sendas Monobloc durante el interrogatorio estilo Gestapo de Matrix, sino en unas brillantes Emeco 1006.

Fuentes: The Emeco 1006 chair y Those White Plastic Chairs – The Monobloc and the Context-Free Object.

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El análisis de sangre rediseñado

Sigo aún rebelado por la manipulación evidente a la que estamos sometidos en la sociedad de consumo. La puntilla no es la manipulación, es la evidencia, el descaro.

Cada año se inventan nuevas enfermedades. Las relacionadas con la mente y el sexo se llevan la palma. Medicalizan la timidez o bajan los niveles de algún factor de riesgo para vender más fármacos. Lo explica sin tapujos Joan-Ramon Laporte, jefe del servicio de farmacología en Valle Hebrón (Barcelona):

Cada vez que se reúne uno de los comités de hipertensión arterial (el estadounidense, el europeo o el de la OMS) bajan el nivel de presión arterial considerado normal, y lo mismo ocurre con el colesterol. En pocos años se ha disminuido de tal manera el límite de normalidad del colesterol que cada vez hay más población que debe tratarse. En EE.UU. ha aumentado de 3 millones de personas a 25 en 10 años.

Un asterisco rojo en un valor que antes era considerado normal. Así es como recuerdo que quedaban marcados los niveles de riesgo en los resultados de un análisis de sangre. Con 12 años la rodilla se me quedaba tiesa y, para encontrar un diagnostico, tenía que hacerme analíticas cada pocos meses. Luego disfrutaba interpretando la biometría hemática a razón de asteriscos rojos. Me encantaba pasarme de plaquetas. ¿Miles de millones de eritrocitos por microlitro? Poco debe ser cuando sale una estrellita roja al lado…

El tema es que todos esos datos tenían mucho potencial para ser visualizados de una forma más idónea. Por eso Wired Magazine lanzó esta propuesta sobre como podrían mostrarse los resultados de un análisis de sangre:

Blood Test Makeover by David McCandless
Blood Test Makeover by Jung + Wenig
Blood Test Makeover by Mucca Design

Estuches portalentillas que te hacen consumir más líquido

¿Ya has visto el documental “Comprar, tirar, comprar: la historia secreta de la obsolescencia programada“? Si no lo has hecho, no pierdas el tiempo con esta mediocre anotación y ponte a verlo. No hay conspiranoias de por medio, el documento es bien simple y contundente: somos unos hijos de puta.

/modo crítico de la sociedad de consumo ON.
El eje de la economía moderna, el crecer por crecer y no para satisfacer necesidades, es insostenible en un planeta de recursos limitados. No es la primera vez que hablamos de esto. La posteridad no nos va a perdonar, se van a reiterar las crisis y recesiones si continuamos con el consumismo desenfrenado. Vamos a morir todos.
/modo crítico de la sociedad de consumo OFF.

El documental —que lo veas si no lo has visto ya— versa sobre cómo se reduce deliberadamente la vida de los productos para incrementar el consumo. Así ocurrió con las bombillas, limitadas a mil horas, las medias de nylon, forzadas a ser menos resistentes, la batería de los iPods, no reemplazables y, mi personal aporte, los estuches portalentillas, que han visto incrementado su volumen, resultando en un mayor consumo de líquido para limpiar las lentes de contacto.

Las primeras lentillas que se amoldaron a mis ojos duraban un par de años. Requerían diferentes clases de líquidos y unas pastillas semanales. Las limpié con precisión y mimo durante los primeros siete meses, hasta que un sábado noche me equivoqué de píldora. Yo no percibí mucho el cambio, pero las lentes acabaron rosas, así que decidí pasarme a las lentillas desechables de un mes de duración. Una sustancial mejora en comodidad y un único líquido para gobernarlas a todas. Llevo más de diez años comprando este tipo de soluciones, cuyos botes vienen acompañados siempre con un estuche portalentillas de regalo. No sé para que necesito tener más de cincuenta, si al final siempre uso el mismo, pero lo que he podido constatar es que el diseño de estos contenedores de lentillas ha cambiado ligeramente a lo largo de la década. Los portalentillas fueron resideñados para aumentar su capacidad de albergar líquido. El objetivo, incrementar la frecuencia de uso de solución y por ende su consumo. Y para acabar, aquí tienes un estudio empírico que afirma que los americanos gastan más de 1600 millones de dólares debido a esto [en].