Tira cómica: aparatos
Otra tira del peculiar Mauro Entrialgo que no podía faltar en Makememinimal:
Otra tira del peculiar Mauro Entrialgo que no podía faltar en Makememinimal:
En Diciembre de 2004, Google lanzó el Proyecto para bibliotecas de la Búsqueda de libros, consistente en indexar la información de los libros en formato papel. A partir de ahí ha escaneado hemerotecas completas, miles de revistas, fotos del semanario Life y, antes de pasar a indexar el ADN de toda la humanidad, han hecho lo propio con las Obras Maestras del Museo Nacional del Prado.
La noticia no es nueva, pero hasta hoy no han incorporando en Google Maps el último de los cuadros, la Artemisa de Rembrandt. Todos ellos en Gigapixel, es decir, con una nitidez 1.400 veces mayor que la que se obtendría con una cámara digital de 10 Megapíxeles. La interfaz de Google Maps está siendo cada vez más explotada (ya la vimos para “leer” revistas impresas) y me parece que, con el auge de las pantallas táctiles, cada vez lo será más.
Me vienen a la memoria unas jornadas de Usabilidad del 2005 en la que uno de los ponentes sentenció desde el inicio que “los ordenadores no son la mejor manera de ver un cuadro“. Esta visto que uno no puede abrir la boca sin que Google le deje en evidencia.
No es fácil encontrar algo si no lo estamos buscando.
A aquellos que no sepan de que va el asunto, les recomiendo que antes de leer nada, vean el vídeo [en]:
El efecto túnel o visión de túnel es aquel momento en el cual la atención de una persona se centra en un sólo foco. No es la primera vez que vemos este recurso siendo explotado para, justamente, esconder algo al usuario.
Spoiler: ¡La asesina es la propia mujer del muerto! Ya que todo el mundo sabe que no se plantan Petunias hasta Mayo.
Aquí tienen la prueba de cuan beneficiosas son las partidas a la PlayStation para descansar del estudio. El efecto Zeigarnik sugiere que los estudiantes que realizan pausas mientras están estudiando, haciendo durante ese tiempo otras actividades no relacionadas (como jugar con la consola), recordarán mejor el material que los estudiantes que hayan completados sesiones de estudio sin descanso.
Este concepto organizativo del cerebro define su tendencia a recordar lo incompleto. Se denomina efecto Zeigarnik, en honor a la psicóloga rusa Bluma Zeigarnik [en] que descubrió que las personas tendemos a recordar mejor las tareas incompletas, o interrumpidas, que las ya terminadas.
Es propio de la naturaleza humana querer completar las tareas o escuchar el final de la historia, y cuando no podemos se genera una tensión psicológica, una preocupación basada en la motivación por terminar. El recurso “continuará…” de las series de televisión es una aplicación de este efecto, así del porqué la multitarea nos puede mantenernos más despiertos que cuando estamos centrados en una única labor.
Este efecto tiene una interesante doble aplicación en el desarrollo web. Cuando involucramos a un usuario en una tarea larga, es recomendable crear una secuencia de tareas simples (con una barra de progreso o pasos numerados que indican donde nos encontramos en el proceso, por ejemplo) para atraparlos y dirigirlos por la aplicación. Claro que cuanto más compleja y larga sea la tarea es muy posible que el usuario tenga que ser interrumpido por otras menores o mas rápidas de hacer. Una manera de combatir el efecto Zeigarnik en este caso, es haciendo difícil, sino imposible, divergir del flujo de páginas. Usando cuadros de diálogo modales que interactúen con el servidor (AJAX), se pueden añadir subtareas dentro del mismo flujo.
Mi última recomendación para combatir el efecto Zeigarnik es dejar de preocuparse por lo que hay que hacer, algo que provoca un estado de alerta en nuestro cerebro y puede conducir hacia males mayores. No hagan el esfuerzo por retener lo que está por hacer, utilicen las herramientas adecuadas para ello.
Empezaremos el año con una cita de Donald Norman, gran culpable de la existencia de este weblog:
En la vida diaria, queremos ocuparnos de las cosas importantes y no desperdiciar nuestro tiempo tratando de averiguar como abrir una lata de comida o marcar un número de teléfono.
Ya hemos hablado anteriormente de la affordance o la consistencia como conceptos clave en el diseño y la usabilidad. Hoy es el turno del modelo mental.
Un modelo mental es un concepto prestado de la psicología para sacar a la luz un mecanismo que la mente usa para explicar como funciona el mundo real. El concepto es muy simple: las personas nos hacemos una idea de como funcionan las cosas, nos montamos nuestra propia película y creamos nuestros propios modelos a pequeña escala de los objetos con los que interactuamos. Ésta última idea la popularizó Donald Norman en su conocido libro “Psicología de los objetos cotidianos”, del que ya algo hemos hablado por aquí. A pesar de que sigo creyendo que todo esto no es más que una reinterpretación de las ideas de Platón, la noción de modelo mental como una serie de creencias sobre como funciona un sistema es algo que repercute mucho en la usabilidad de éste, puesto que las personas interactuamos con estos sistemas basándonos en nuestras creencias sobre los mismos.
Ahora cobran más sentido frases del Gurú como “Para el usuario, la interfaz es el sistema” o
El primer nivel del usuario no es el primer nivel del sistema.
Lo interesante es que los modelos mentales sirven para predecir el futuro. Ríanse de las bolas de cristal y de las ecuaciones diferenciales. Si nuestro actual modelo mental es adecuado, seguramente podremos predecir como se comportará un sistema cuando interactuemos con él. Si a alguien que sabe como usar una máquina de escribir, pero nunca ha trabajado con un ordenador, lo plantamos delante de una pantalla con el Word™ y un teclado, algo productivo hará. A lo mejor se hace un lío con el salto de línea, pero al menos una frase llegará a escribir casi instintivamente.
La relación está clara. Si conocemos el modelo mental actual de las personas que usarán un determinado objeto, podremos hacerlo más fácil de usar. Sin embargo, esto ya se antoja más complicadillo, puesto que las propiedades de un modelo mental se las traen (imaginad los modelos mentales que tienen de un avión un piloto y un pasajero):
El trabajo de los diseñadores consistirá en ayudar a los usuarios a formar un acertado y útil modelo mental del sistema. Las metáforas pueden ayudar en esta labor, así como la consistencia y las convenciones de diseño. Éstas últimas son esenciales de una página web a otra (formularios, enlaces, botones, etc.), porque ayudan a acumular un modelo mental genérico de como deben funcionar las páginas web, en base a las experiencias en las otras páginas.
La meta es alcanzar un modelo mental cada vez más amplio, más completo, más exacto… Justamente lo que hizo Neo en Matrix (aunque eso se llama modelo conceptual y es una historia que debe ser contada en otra ocasión).
Me permito colaborar en nuestra sección de grandes momentos de la usabilidad, con un accidente ocurrido en el metro de Barcelona el 31 de octubre de 2004:
Debido a la excesiva información en la pantalla, el empleado del centro de operaciones no vio la señal que indicaba que un tren estaba estacionado en el taller realizando tareas de mantenimiento, por lo que dio la orden de superar el semáforo en rojo al conductor del tren estacionado en Penitents.
Xavier Casas, ex-presidente de TMB (Transportes Metropolitanos de Barcelona).
Este fallo motivado por la complejidad de la interfaz del sistema de control de operaciones del Metro de Barcelona, ocasionó el choque de dos trenes de la Linea 3, saldándose con 67 heridos.
Más información sobre el fallo que causó el choque en el Metro de Barcelona.
Se me ocurrió iniciar una serie de posts sobre conceptos fundamentales de nuestros dogmas de fe expresados en forma gráfica. De esa idea ha salido este primer póster “fácil“. Lo que me resulta más curioso es lo peligrosamente cerca que queda lo fácil de lo aburrido.
Un test no es una encuesta de opinión.
Tardé más de quince minutos en comprender el sistema de votación, que consistía en tener un mando del tipo de los de televisión, presionar el número al que se quería votar y luego confirmarlo con una segunda tecla.
Lambis Nikolaou. Comisario del COI y miembro del comité seleccionador de la sede de los juegos olímpicos de 2012
El comisario no acertó a la hora de marcar su voto, que terminó siendo para la candidatura de París, cuando era Madrid la que él deseaba votar. Si hubiera votado correctamente, Madrid habría organizado los juegos de 2012 y no Londres.
Más información sobre el error de la votación.