Colani, la informática del diseñador de Ferrari

Me gasté todo el presupuesto del que disponía para mi primer ordenador Intel en uno que no era el más rápido. Por aquel entonces, el 386 convivía con el 486 y el co-procesador matématico en todas las tiendas de informática y, a falta de Internet, se utilizaban básicamente para renombrar archivos. No hacerse con el último modelo sería como hoy ir al cine para ver una película en 2D. Sin embargo, no compré el más rápido, me lo gasté todo en el más vacilón (mucho antes de que el tuning llegará a las carcasas de los pecés). El tendero me dijo que lo había diseñado el que hacía los Ferrari. Tuve un Colani a los 12 años, clavadito a este, pero sin disquetera de “cinco-un-cuarto”:

Ordenador Vobis diseñado por Colani
1992. Lo llaman el primer ordenador con un diseño orgánico. La gama Highscreen de Vobis fue galardonada en 1994 como el ordenador del año.

Luigi Colani es un diseñador contemporáneo berlinés, cuya máxima son las formas orgánicas y redondeadas. Esta filosofía lo relacionaría con Eero Aarnio, pero Colani tiene el ego mucho más hinchado. Cierto que había diseñado Ferraris, pero para muchas otras marcas de coche también. Su “bio-diseño” pudo apreciarse además en muchos dispositivos electrónicos asociados a la marca Vobis en los 90 e incluso, el uniforme de la policía alemana actual, es un producto suyo.

Me acordé de mi antiguo ordenador cuando tuve delante de mí, la última caja de cervezas de la marca alemana Veltins (pronúnciese “feltins”). La caja en cuestión está diseñada por Porsche Design Studio:

Caja de cervezas Veltins diseñada por Porsche
Cajas de cerveza de Veltins (1951-2009)

¿Asombrados de nuevo con mi capacidad para relacionar tramas, no? La verdad, es que en el panorama actual es constante y habitual ya dar con todo tipo de productos cuyo diseño está apadrinado por poderosas marcas de coches (e incluso neumáticos). Como un ordenador portátil Ferrari, por ejemplo. Éstos le meten ya mano a todo. Lo último es un secador al que la escudería italiana le ha incorporado el motor. Si es para un secado más rápido, han perdido mi mediocre respeto.

Muebles con las letras del alfabeto

La última vez que lidié con Ikea no fue tan dramático. Con la serenidad que proporciona la experiencia, llamé a un taxi mueble y le pagué a un vecino aficionado al bricolaje para que me montara e instalara lo que restaba de cocina.

Corre por ahí una ingeniosa publicidad del servicio de montaje de Ikea, que no está protagonizada por Billy desgraciadamente, pero que una vez más muestra la desesperación a la que puede llegar uno con el mobiliario sueco.


Ahí no acaba la cosa, porque esto me ha recordado inmediatamente a SET26, una colección de muebles de diseño que conforman las letras del alfabeto. Cada armario está hecho a mano por una empresa suiza que les da un acabado perfecto y los vende al precio aproximado de (sic) 1.500 € cada uno.


Aquí es cuando me pregunto de nuevo por que no tendrá Ikea algo parecido por 300 €, ni que sea una sencilla “I” que por algo se empieza. Os dejo para acabar con un generador de nombres para muebles suecos. Cualquier parecido con Ikea es pura coincidencia. Al menos a mi me sale el que es sin duda mi mueble favorito, la cama:

¿Quién sabe cómo construir un ratón?

Nadie, literalmente nadie. No hay nadie en este planeta que sepa como construir un ratón de ordenador. Lo digo seriamente. El presidente de la empresa que fabrica los ratones no lo sabe. Él sólo sabe como llevar una empresa. Aquellos que están en la cadena de ensamblaje tampoco, porque no saben como perforar en busca de petróleo para construir el plástico, y así sucesivamente. Sabemos algunas de las pequeñas partes, pero nadie sabe como construirlo entero.

Matt Ridley: When ideas have sex [TED Talk, Min 13:41]

La sociedad ha conseguido, a través del trueque y la especialización, tener la capacidad de hacer cosas que no llegamos a entender.

Calles más habitables y sostenibles

Las calles deben ser algo más que un lugar para desplazarse y estacionar vehículos privados. La Livable Streets Initiative [en] es un proyecto para crear ciudades sostenibles a través de una planificación urbana más sensible.

En Good Magazine han ayudado a visionar las calles como grandes espacios públicos y no soluciones aportadas por ingenieros de tráfico al problema de los automóviles:

La calle del futuro

Esencialmente es una propuesta orientada al peatón y su protección y conforte. Una tendencia en alza, esta la de la “peatonalización“, que alcanza su adaptación de quita y pon en los mercados locales agrícolas.

Cada vez más a menudo me paso la mañana de los sábados en el mercado que emerge detrás de mi casa al llegar el fin de semana. Este tipo de ferias viste la calle con tenderetes, carpas y jaimas que permiten a los agricultores vender directamente a los residentes urbanos.

Hace un siglo, no pasaríamos la mañana en estos mercados porque probablemente viviríamos en el campo, pero actualmente, con la mayor parte del mundo viviendo en ciudades, es necesario un cambio masivo en nuestros sistemas de suministro de alimentos. Con una mayor demanda de alimentos más frescos y “biológicos”, otro artículo de la revista Good nos muestra como el diseño puede ayudar a los mercados locales a cubrir esta demanda [en].

Es curioso el caso de The Science Barge, un proyecto cuyo objetivo es acercar los cultivos a la población urbana. Con sus características carpas transparentes y placas solares, esta es la pinta de una granja sostenible flotante en Nueva York:

La granja flotante - The Science Barge @ New York

Descubierto en Teleobjetivo, gracias a Ricardo.

Intervenciones en objetos cotidianos

Intervenciones en objetos de la vida cotidiana (como me mola decir objetos de la vida cotidiana), basados en situaciones familiares. Eso es lo que voy a exponer hoy. Sencillamente relaciones entre usos de objetos comunes en la vida diaria y creaciones basadas en este uso. Tengo 5 ejemplos preparados que darán a entender mejor el concepto:

  1. ¿Quién no se ha colgado una servilleta del cuello de la camisa alguna vez? Esta acción ha sido tuneada por Héctor Serrano en “vestido para la cena”.

    Servilleta "Dress for dinner" de  Héctor Serrano
    Visto en Inspire me, now!

  2. Hay botellas en las que las velas lucen muy bien y dan un toque más bohemio y romántico. Aunque la mayoría de las veces las hayamos usado por falta de candelabro, ya se han aprovechado de este uso:

    Velas para botellas de vino "Cork Candles"
    Visto en Monkeyzen.

  3. La basura o la papelera están a rebozar. ¿Qué hacemos? Ponerle la pierna encima y comprimir al máximo los papeles. Pues ya está aquí la papelera Amstrong (en relación con la pisada del primer hombre en la Luna):

    Papelera Amstrong comprimible
    Visto en paraNOIDS.

  4. ¿Quién no ha tenido que apuntar algo o escribir un teléfono en una sevilleta? Colin O’Dowd nos milimetra las servilletas:

    Servilleta milimetrada de Colin O'Dowd
    Visto en Compradicción.

  5. ¿Quien no se ha reclinado hacia atrás en una silla? ¿Y quién no se ha caído de espaldas? Para evitar este percance al hacer este uso habitual de las sillas, Deger Cengiz ha creado este engendro:

    Attitude Chair de Deger Cengiz, la silla de 6 patas para reclinarse
    Visto también en Compradicción.

¿Qué otras intervenciones os vienen a la mente?

Billy y el servicio de montaje de Ikea

No sé porque extraña razón siempre había creído que ir a Ikea era divertido, que siempre era pasar un buen rato probando camas y hartándose de gaseosa. No sé si conservaba esa sensación porque nunca había tenido que hacer un uso intensivo de la regla de papel o porque asociaba la palabra “montar” con el Meccano. Sin embargo, esa impresión, se desvaneció para siempre cuando decidí montar una cocina.

Nunca, repito, nunca intentéis montar una cocina de Ikea sin experiencia previa. Ikea no es divertido, los muebles vienen desmontados, en 2D. Tienes que darles vida 3D con una ridícula llave Allen. No te avisan que tienes que hacer agujeros inmensos en encimeras o en el metal del fregadero. ¿Para qué me lo van a traer a casa si mi primo me ayuda con la furgoneta? ¿Para qué van a venirme a montar, con lo caro que es, si yo con las instrucciones me apaño?

¿Para qué? Dios santo, para no tener que volver 7 veces más a Ikea por falta de tornillos, para no tener que salvar un matrimonio, pedir una semana de vacaciones y para dejar de darle el coñazo a tu primo. Ikea es divertido hasta que tienes que montar una cocina… Entonces te acuerdas de Billy, Forsby y Poäng y de la madre que los parió:

The IKEA assembly service for Billy

The IKEA assembly service for Forsby

The IKEA assembly service for Pöang

The IKEA assembly service, visto en ibelieveinadv.

La crisis. Problema y solución (y II): la solución es menos

Previously on MakeMeMinimal…

No hay duda entonces de que esta manera de crecer no está hecha para durar. Además, esta brutal demanda de recursos y energía para sostener un mercado cuesta demasiado dinero, con lo que el sistema financiero exige invertir en dinero en vez de en producto y… se acabó el crecimiento. La curva empieza a torcerse y se tejen ideas para cambiar su rumbo y seguir por donde lo dejamos, pero la realidad actual es que hemos alcanzado los límites del crecimiento tal como lo entendemos hoy en día.

No estamos pasando un bache en el que la solución sea inyectar una cierta cantidad de dinero sacado de vete tú a saber donde para que los niveles de consumo sigan creciendo. Si el mundo entero avanza de la misma manera que han hecho los países desarrollados… ¡no va a quedar mundo! No creo que la solución global sea dar el relevo a fuentes de energía renovables y productos verdes o generar más puestos de trabajo. ¡No creo que sea eliminar o reducir el IVA para tener más recursos, gastar más y aumentar el consumo!

¿Por qué las fuentes de energía alternativas no son la solución a largo plazo?

Imaginemos que podemos abastecer de energía solar a toda la Tierra. Volviendo al vídeo de Bartlett, vemos que el Sol irradia 7000 veces la energía necesaria para el total abastecimiento, que parece más que suficiente aunque la demanda energética mundial creció un 4,3%. Si nos fijamos bien, tal crecimiento supone doblar la demanda cada 16 años (70 / 4,3). Si nos doblamos 13 veces (213 = 8192), en donde teníamos la unidad tendremos más de 7000, por lo que en 208 años (13 veces 16 años) seríamos capaces de acabar con la energía proporcionada por el Sol. Esto sin contar con que los materiales empleados en la fabricación de paneles solares no se agotaran antes.

La solución es menos gasto energético.

¿Por qué los productos “verdes” no son la solución?

Maquinillas de afeitar desechables, teléfonos móviles que se renuevan más rápido que la ropa de temporada, exceso de coches particulares… Hemos creado adicción por lo barato, motivados por empresas cuyo único propósito es vender y conducir implacablemente a la gente a un consumismo sin fin. Ahora quieren hacer nuestros consumibles más amigables con el entorno.

Probablemente los productos ecológicos sean más respetuosos con el medioambiente, pero la cuestión no es el tipo de productos que usamos. La cuestión no es qué consumimos, ¡sino cuanto!

La solución es consumir menos.

¿Más trabajo?

Cuanto más trabajamos, más conducimos y más energía gastamos. Trabajar menos puede sonar algo radical hoy en día, pero no lo ha sido siempre. Los americanos trabajan 100 horas más al año que en 1976 [en]. Evidentemente todas estas horas han ayudado a doblar la productividad del trabajador americano en la pasada mitad de siglo, pero esto también ha incrementado los niveles de consumo energético y emisión de residuos. Si todo el mundo adoptara este modelo, la temperatura global aumentaría 4,5 grados en 2050.

No es verdad que una jornada laboral de 4 días a la semana disminuya un 20% la economía. Sin embargo, puede hacer que aumente la productividad por hora. Noruega genera más Producto Interior Bruto por hora trabajada que Estados Unidos, y los noruegos trabajan un 20% menos de horas al año que los americanos. Largas jornadas laborales incrementan la productividad sólo a corto plazo.

La solución es trabajar menos.

En definitiva, hemos estado consumiendo implacable y despiadadamente sin tener en cuenta las consecuencias sociales, medioambientales y humanas, para nosotros y los otros. No es tarde para encontrar una solución a largo plazo, pero tenemos que darnos cuenta de que no estamos pasando por una recesión, de que esta crisis es un cambio global de mentalidad.

Debemos crecer en calidad, no en cantidad. Los niveles de riqueza no se medirán por quién tiene más, sino por quien está más sano o más feliz. Aunque eso supone también que necesitamos productos de más calidad y duración, que reduzcan el consumomenos que hagan más. Mejores diseños.

El mañana no será como el ayer. Es hora de rediseñar el mundo.

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Las sillas más famosas en miniatura

Tengo una amiga con la que comparto un sendero muy sentido y decisivo del camino de la vida. Se llama como el amanecer, no falla. Seguro que siempre estará ahí. Mi amiga, que también se llama como una empresa alemana de recogida de basura, me regaló por mi cumpleaños una encantadora miniatura de la Pastil Chair (silla pastilla, 1967) de Eero Aarnio.

Pastil Chair de Eero Aarnio

Esta silla forma parte de la Design Interior Collection [jp], una serie de cinco colecciones de sillas en miniatura inspiradas en las sillas más famosas que se han creado. Cada miniatura es una réplica a escala 1:12 de las originales.

Red Blue Chair by Gerrit Rietveld
S Chair by Verner Panton
Fauteuil a Grand Comfort by LeCorbusier
Barcelona Chair by Ludwig Mies van der Rohe
Heart Cone Chair by Verner Panton
Bofinger-Stuhl by Helmut Batzner
Hill House 1 by Charles Rennie MacKintosh
LC4 Lounge Chair by LeCorbusier, Jeannerey, & C Perriand
Ball Chair by Eero Aarnio
Marshmallow Sofa by George Nelson
Stuhl W1 by Mart Stam
Chair by Arne Jacobsen
Ant Chair by Arne Jacobsen

Actualización: Recibo a menudo emails preguntando donde comprar estas sillas. Alba las encontró en una tienda de Gràcia en Barcelona, pero no recuerda dónde exactamente debido a los años de abuso de ciertas substancias que han hecho mella en su memoria. Sin embargo, sería raro no encontrarlas por Internet, en Amazon, por ejemplo, o en Japanese Gift Market, que aseguran las envían fuera de los USA.

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