Las sillas de Eero Aarnio

Yanko Design siempre me sorprende con todo tipo de conceptos y tecnologías aplicadas al diseño industrial, de interior, arquitectura, etc. Podría hartarme de comentar multitud de sus diseños, pero hoy sólo utilizaré el Globus, una especie de oficina móbil, para presentar a un conocido diseñador.

Globus by Michiel van der Kley

No puedo evitar pensar siempre en Eero Aarnio cada vez que me topo con un objeto diseñado de este particular modo. Sillas de plástico con formas geométricas muy simples y colores juguetones y planos:

Bubble Chair by Eero Aarnio

Seguramente os sonarán, ya que siempre han sido un icono de los 60 y de las películas ambientadas en el futuro.

Eero Aarnio TimelineRecientemente, estuve en una exposición de Eero Aarnio. Este diseñador finés con tantas vocales está todavía en activo y cuando tienes ocasión de probar una de sus sillas, te pasa por la cabeza la idea de comprar una, a pesar de su desorbitado precio (según el experto nacional en Finlandia, unos 3.000 €). ¿No tendrá Ikea algo parecido?

Interfaces digitales para leer revistas impresas

Hubo un tiempo en mi mediocre vida en el que compraba revistas compulsivamente. Cada vez que iba al quiosco, el señor Montel se ponía a tocar las palmas. Me entusiasmaba revisar filas enteras de portadas de revistas de todo tipo. Era como entrar en el supermercado, se olvidaban todos los problemas y preocupaciones. Luego llegaba a casa con una pila de publicaciones, algún que otro cartón que sobresalía y mucho plástico.

Pasada la novedad, me quedaban a final de mes unas pocas revistas sin leer. El “marcar todos como leídos” de la época consistía en amontonar las revistas en algún armario. Todo vicio se agrava si se acompaña de coleccionismo. Todavía tengo revistas sin estrenar. Sobretodo las de National Geographic.

Esta es la razón por la que siempre han captado mi atención los intentos de adaptar las revistas de papel a una interfaz digital. La tecnología más empleada es Flash, con la intención de reproducir el comportamiento de una publicación impresa tradicional (hasta imitan el sonido de pasar las páginas), a la que se puede añadir algunas ventajas de la interacción online. Dos ejemplos:

Ejemplo de revista en Flash de Pageganster.com Ejemplo de revista Flash de e-pages.com

Recientemente descubrí en el imprescindible blog de Javier Cañada, la aplicación de la interfaz de Google Maps para leer una revista:

Google Maps para leer una revista

La conclusión a la que llego es que, a pesar de los intentos, las revistas (y los libros, por extensión) no acabarán siendo sustituidas por este otro modelo de lectura. Incluso cuando leer en papel deje de ser un 20% más eficaz, debido posiblemente al uso de pantallas con una resolución de 300 puntos por pulgada (en una pulgada de una hoja impresa se utilizan más de 300 puntos). Llegado ese momento, el ojo humano no distinguirá entre leer en papel y leer en pantalla.

Sin embargo, ese cambio no será suficiente para abandonar el formato de revista impresa:

  • Las revistas se pueden leer con una mano (con la ventaja que supone una mano libre);
  • Se pueden leer en la playa, aunque se llenen de arena;
  • Información e interfaz, todo en uno;
  • Un artículo impreso sugiere credibilidad y garantía de calidad;
  • Las revistas se pueden pasar una vez leídas;
  • Pueden leerse en la peluquería, mientras esperas o te cortan el pelo;
  • También se pueden leer en el cuarto de baño (combinar con el primer punto);
  • Sirven para envolver las sobras del melón.

El papel es más gratificante, menos exigente. Aunque supongo que cuando se extiendan en el mercado las tremendas posibilidades del papel electrónico, las cosas cambiarán. Podremos envolver las sobras del melón en papel electrónico y las revistas se convertirán en algo exclusivo y nostálgico.

Actualización: Álvaro comenta el descubrimiento de Issuu. He querido incluirlo en el artículo porque me parece un ejemplo más completo que los dos iniciales.

Philippe Starck, se acabó el diseño

Hace nada, hablábamos del famoso exprimidor Juicy Salif de Philippe Starck, un producto de la marca italiana Alessi, reconocido mundialmente, aunque no precisamente por su capacidad para exprimir limones. Los italianos se dieron cuenta de que la gente compraba sus cafeteras y hervidores no sólo porque querían hacer café o hervir agua, sino por razones menos funcionales y más emocionales. Así que finalmente decidieron darle un sentido poético a sus diseños industriales y han lanzado una colección de miniaturas con sus clásicos de los últimos 60 años:

Colección de miniaturas de AlessiColección de miniaturas de Alessi

Entre ellos, se incluyen dos diseños más de Philippe Starck. El hervidor Hot Bertaa (1990) y la figura Dédé (1996):

Hervidor Hot Bertaa de Philippe StarckFigura Dédé de Philippe Starck

Probablemente, viendo esta colección con perspectiva, Supermán Starck pensó que todo lo que siempre ha diseñado, ha sido innecesario, puro materialismo. De ahí su idea de abandonar el diseño en un par de años:

Quiero hacer otra cosa, pero todavía no se qué. Quiero encontrar otra manera de expresarme. El diseño es una forma de expresión espantosa… En el futuro no habrá más diseñadores. Los diseñadores del futuro serán el profesor particular, el entrenador físico, el consultor dietético.

Philippe Starck, la belleza no significa nada

Estoy muy de acuerdo con el concepto de belleza de Philippe Starck:

La belleza no significa nada. Hoy, lo bello es rosa; en seis meses, será lo verde. El estilo del mañana será la libertad y el reconocimiento de la diferencia. Debemos reemplazar la palabra “belleza” por la palabra “bueno”.

“La habitación más bella es cualquiera en la que estés con la persona que amas. Eso es todo. Después de eso, si puedes tener una buena almohada, mejor para ti. Si puedes tener un buen colchón, mucho mejor. Y si puedes además disfrutar de un bonito rayo de sol en tu cama un domingo por la mañana cuando haces el amor, ¡fantástico! Lo tienes todo.”

Para el que no lo conozca, Philippe Starck, es un diseñador industrial francés, famoso por la estética y funcionalidad de sus productos. No responde a un estilo propio, sino más bien a una manera de pensar. Sus diseños tienen un look familiar, el mismo humor. No deja indiferente.

Gafas de vista de Philippe Starck para Alain Mikli

Mis gafas de vista están diseñadas por Philippe Starck (para Alain Mikli) y aunque puedan parecer más o menos normales, no lo son. Se ajustan perfectamente y tienen una flexibilidad insólita. Las patillas no sólo se doblan hacia dentro y afuera, sino que también lo hacen hacia arriba y abajo. Y veo a la gente desnuda a través de ellas. Bueno, en esto último ayuda más mi imaginación, pero me hace gracia ver a la gente mover las patillas con sorpresa: “¡wow!, por cierto, a ver si las limpias.”

No pienso acabar este post sin colar una foto del famoso exprimidor de Philippe Starck, el Juicy Salif (1990), en colección permanente para 8 museos alrededor del mundo. “Mi exprimidor no está hecho para exprimir limones, sino para empezar conversaciones.”

Exprimidor de limones de Philippe Starck - Edición limitada dorada de 2000

En la foto aparece una edición limitada dorada del exprimidor (2000). Yo no lo tengo, pero seguro que si lo tuviera no lo usaría para exprimir limones. Mi mente es mucho más perversa…

Objetos imposibles de usar… y que manchan

La marca de detergentes Tide ha presentado una simpática campaña publicitaria. El primer anuncio me hizo pensar irremediablemente en la “Cafetera para masoquistas” de Carelman, famosa portada del libro de Donald Norman “Psicología de los objetos cotidianos“. Representante de los objetos imposibles de usar y a los que Tide ha añadido un par más de una manera muy acertada:

Jarra de vino imposible - Detergente Tide

Vaso de café imposible - Detergente Tide

Bolsita de ketchup imposible - Detergente Tide

Visto en I Believe In Adv.

Arte urbano en los semáforos

La clásica técnica de las plantillas del street art (arte urbano o callejero) aplicada a unos semáforos de la monumental Karl Marx Allee berlinesa. Personalizando mobiliario urbano, para añadir un factor estético o emocional al diseño técnico.

Semáforo rediseñado en rojo y ámbar

Un corazón para el rojo, una estrella para el ámbar y una gota para el verde. La elección de los símbolos me parece acertadísima, totalmente adecuada al significado estándar de estos colores (no pasar, precaución, pasar).

Semáforo rediseñado en verde

La memoria histórica del icono guardar

En una entrada anterior, hablaba sobre expresiones que guardan memoria histórica de las cosas, como tirar de la cadena, apagar la luz o colgar el teléfono. Es curioso extrapolar esa situación a los ordenadores, donde la memoria histórica se remonta, como mucho, a 30 años atrás.

Cuando, por ejemplo, utilizamos el campo CC del email para enviar copias de nuestros correos a diferentes destinatarios. CC es la abreviación de Copia de Carbón, un modo “artesano” para realizar copias en papel. Recuerdo haber hecho quinielas cuando se utilizaba papel carbón debajo del original. También me vienen a la cabeza el icono del auricular de teléfono, utilizado para recibir una llamada en Skype. Sin embargo, estas relaciones están demasiado íntimamente ligadas al concepto de metáfora.

El ejemplo más claro sobre memoria histórica es visual. El icono guardar, que se mantiene como un disquette cuando ya nadie guarda sus documentos en un disquette de 3,5 pulgadas.

Iconos de guardar un documento