Philippe Starck, la belleza no significa nada
Estoy muy de acuerdo con el concepto de belleza de Philippe Starck:
La belleza no significa nada. Hoy, lo bello es rosa; en seis meses, será lo verde. El estilo del mañana será la libertad y el reconocimiento de la diferencia. Debemos reemplazar la palabra “belleza” por la palabra “bueno”.
“La habitación más bella es cualquiera en la que estés con la persona que amas. Eso es todo. Después de eso, si puedes tener una buena almohada, mejor para ti. Si puedes tener un buen colchón, mucho mejor. Y si puedes además disfrutar de un bonito rayo de sol en tu cama un domingo por la mañana cuando haces el amor, ¡fantástico! Lo tienes todo.”
Para el que no lo conozca, Philippe Starck, es un diseñador industrial francés, famoso por la estética y funcionalidad de sus productos. No responde a un estilo propio, sino más bien a una manera de pensar. Sus diseños tienen un look familiar, el mismo humor. No deja indiferente.
Mis gafas de vista están diseñadas por Philippe Starck (para Alain Mikli) y aunque puedan parecer más o menos normales, no lo son. Se ajustan perfectamente y tienen una flexibilidad insólita. Las patillas no sólo se doblan hacia dentro y afuera, sino que también lo hacen hacia arriba y abajo. Y veo a la gente desnuda a través de ellas. Bueno, en esto último ayuda más mi imaginación, pero me hace gracia ver a la gente mover las patillas con sorpresa: “¡wow!, por cierto, a ver si las limpias.”
No pienso acabar este post sin colar una foto del famoso exprimidor de Philippe Starck, el Juicy Salif (1990), en colección permanente para 8 museos alrededor del mundo. “Mi exprimidor no está hecho para exprimir limones, sino para empezar conversaciones.”
En la foto aparece una edición limitada dorada del exprimidor (2000). Yo no lo tengo, pero seguro que si lo tuviera no lo usaría para exprimir limones. Mi mente es mucho más perversa…