10 ideas para simplificar tu vida

El éxito provendrá de lo simple

La tecnología tiene la tendencia a convertirse en algo demasiado complejo, pero la simplicidad fue una de las razones por las cuales los individuos gravitaron hacia Google en un principio. […] Miren a Apple, cuan exitosa fue y que hace.

Son palabras de Sergey -es una opción- Brin, cofundador de Google, en un artículo de la revista Bussiness 2.0. Existe incluso una filosofía en desarrollo de software, cercana al Principio KISS, que sugiere a los programadores no añadir funcionalidades hasta que sean realmente necesarias. Se conoce como YAGNI (acrónimo de “no lo vas a necesitar” en inglés) y no tiene nada ver con simpleza.

Simplicidad significa lograr el máximo efecto con lo mínimo

Los símbolos más potentes acostumbran a ser los más sencillos. ¿Qué símbolo de alguna marca poderosa del mercado os viene en mente? En verdad, cualquier respuesta me vale, porque pretendo abrir una nueva vía con la que continuar. Ya hemos reflexionado largo y tendido sobre simplicidad en el diseño en este blog y ha llegado la hora de aplicar estos principios a nuestra vida diaria:

La simplicidad voluntaria (simple living en inglés) es un modo de vida sencillo o simplificado cuyos pilares básicos son el anti consumismo, la ecología y la salud. Si queréis dejar de leerme por comunista y por hippie, que sepáis que aún me queda la salud.

Me parece que los tiempos del capitalismo consumista ya cansan a más de uno y además, viene que ni pintado en estos tiempos de crisis. No creo que necesitemos comprar y consumir tanto para alcanzar una buena calidad de vida. Llegó un momento en mi mediocre vida en el que dije: “no compro más”.

Los practicantes de este nuevo cristianismo, actuamos conscientemente para reducir la necesidad de consumir o de enriquecernos y generar más tiempo libre para derrochar de una manera hedonista, ya sea pasando más tiempo con familiares y amigos, tocando la zambomba, echando una pachanga o meditando. Puedes seguir creyendo en Dios, pero eso no hace las cosas más sencillas. Si ahora queréis dejar de leerme por ateo, que sepáis que ahora viene la parte que os convencerá.

La simplicidad permite que la gente actúe

Lo mejor de la simplicidad voluntaria es que no es delicada para comer. Cada uno puede tener su propia idea de lo que es una vida simple y ninguno estará equivocado. Para algunos consistirá en gastar lo menos posible (cuanto menos gastas, menos necesitas ganar, con lo que podría suponer trabajar menos) y para otros significará vivir sin presión social. No importándoles si el vecino tiene un coche más grande o si todos sus amigos tienen un iPhone y preocupándose en no gastar dinero en cosas innecesarias.

Personalmente, me encantan esas fabulosas casas decoradas de forma totalmente minimalista, llenas de grandes espacios, ventanas y decoradas con mobiliario carísimo. Este es un tipo de simplicidad que, evidentemente, no está al alcance de cualquiera. Por otro lado, también está ese tipo de gente que vive casi un ascetismo y hay incluso quien, paradójicamente, centra la simplicidad de su vida en la mortalidad. Preguntándose a sí mismos cuanto tiempo emplearían sus seres queridos limpiando tras de sí si muriesen mañana.

En Zen Habits han escrito ríos de tinta sobre simplificar la vida [en] y de hecho me quedo con la idea general del autor sobre su visión de la simplicidad voluntaria:

Una idea más cercana a lo que para mí sería una vida simple, es hacer espacio en la vida de uno para lo esencial: las cosas que nos gusta hacer y las personas con las que queremos estar. Una vida que no esté abrumada por tareas y proyectos, con tiempo para hacer lo que uno desea. Con lo que puedo vivir una vida llena de paz, ir despacio, trabajar feliz…

Bueno, mi vida no es así, pero pinta bien.

Los caminos hacia la simplicidad

He recogido 10 ideas (de entre una veintena [en]) que pueden ayudarnos a ir por buen camino. Hay que saber adoptar los cambios gradualmente. Si hacemos pequeños cambios cada vez, podemos conseguir un gran cambio a largo plazo, aunque un gran proceso puede requerir meses o incluso años.

No todas estas ideas se ajustarán al propio concepto de cada uno sobre una vida simple, así que, bien vivas en un minimalista chalet de lujo en Mallorca o bien lo hagas más modestamente, tómate esta lista como una fuente de inspiración.
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Negro

El color negro, a pesar de las connotaciones negativas que pueda tener en la cultura occidental, se considera, especialmente en moda, un color elegante, atractivo y poderoso. Para los japoneses, el negro (kuro) es además un símbolo de nobleza, antigüedad y experiencia (no es casualidad que el cinturón negro en artes marciales sea el de mayor grado).

La semana pasada, mientras esperaba mi turno en la consulta del psicólogo, llegó a mis manos una revista con un artículo sobre la tendencia del negro en Japón en productos de consumo. No es de extrañar que fuese del año pasado y, con la ayuda de Google, pude encontrar unos pocos productos que se nos antojan extraños en color negro [en].

En un blog sobre Japón [fr] encontré esta bebida de leche de soja y sésamo, una especie de Café Latte del Starbucks en negro:

Café Latte negro con leche de soja y sésamo

De todas formas, me apetece comentar estos productos:

El papel higiénico negro. Popularizado por la marca portuguesa Renova como lo más elegante y sofisticado que se puede encontrar en el baño, este “siempre limpio” papel hará las delicias de los blancos culos de los góticos. Me imagino a los sigilosos ninjas tratando de encontrar un lugar adecuado en el bosque con este papel bajo el brazo. Voy a dejarlo aquí, que el temita da juego. Tanto que Renova no ha parado y ofrece servilletas negras, rollos de cocina negros y, algo con lo que ya se sonaban los mocos los japoneses, los pañuelos de papel negros [en].

Pañuelos de papel y papel higiénico negros

Bastoncitos negros para los oídos. Aunque lo pueda parecer esto no es ninguna extravagancia, pues permiten distinguir mucho más fácil la cera de los oídos, mucho mejor que si los bastoncitos fueran de color blancos.

Bastoncillos negros para los oídos

Para acabar con el aseo personal, el kit de pasta dentífrica negra [jp] y cepillo de dientes con cerdas negras [jp] (con perdón), para pasar un rato entretenido delante del espejo. La misma marca que comercializa la pasta de dientes, también parece disponer de champú negro y otros productos en su gama Pure Black.

Pasta dentrífica negra y cepillo de dientes negro

StarFlyer Inc. [jp] Una aerolínea japonesa de bajo coste, pero de alta calidad. Los asientos son negros y el diseño de los uniformes y el avión es blanco y negro. ¿Un avión funerario?

Aerolínea japonesa negra

Sal negra [jp]. Resultado de rellenar cañas de bambú con sal para posteriormente asar el bambú sobre carbón. Aseguran que realza el sabor del pescado y las ensaladas, pero no sé hasta que punto es saludable. Ideal en Reyes para los niños que no se han portado bien, pero tampoco muy mal durante el año. Para aquellos a los que ponerle carbón sería muy exagerado, con un puñadito de sal negra basta. ¡Y cuidado con no derramarla! Mala suerte para el resto de tu vida.

Sal de color negro

Resultado de hervir huevos en las aguas de las fuentes termales del pueblo de Owakudani [en], se obtiene una reacción química que vuelve a los huevos negros. Los del departamento de marketing de Owakudani afirman que cada huevo de estos añade 7 años a tu vida. Al menos hay que tener huevos para comérselos.

Huevos negros de Owakudani

Si me he dejado alguna parida, ¡qué se abra la veda de los comentarios!

¿Cuántas veces encuentras al amor de tu vida? Once

En este mediocre blog, cuando decimos palabrería nos referimos a curiosidades lingüísticas que nos llaman la atención. Para estas cosas nadie mejor que El candidato melancólico, que en esta ocasión se ha topado con una curiosa paradoja en el diseño del cartel de la película Once (“una vez”, para el que quiera aprender inglés):

¿Cuántas veces encuentras al amor de tu vida? Once

Se ha producido primero, porque el título en inglés también tiene significado en español y, segundo, debido a que es la respuesta al lema de la película -¿cuántas veces encuentras al amor de tu vida?.

Esto se hace adrede, oder was?. Hubiera sido fácil de evitar o al menos atenuar (simplemente poniendo la traducción entre paréntesis debajo de la pregunta, por ejemplo).

Simplicidad en la vida

Amante como soy de la simplicidad y de la vida, llevo tiempo aplicando algunos principios para tener menos y disfrutar más de la vida. Si no consigo encontrar de esta manera los verdaderos valores en los que centrarme, al menos puedo salir corriendo con los bártulos a cuesta en cualquier momento.

¿Es menos realmente más?

El arte de tener menos mientras disfrutamos más la vida se resume en lo siguiente:

  • El Zen del espacio: Hay belleza en el espacio, pero no conseguimos reconocerla entre todas esas cosas que tenemos. Siempre que nos encontramos ante un espacio físico abierto en nuestro entorno, nos invade una sensación de paz. Este es el principio que rige el estilo de las casas japonesas. La belleza en un espacio pequeño es el reconocimiento del minimalismo, donde realmente menos es más. Tenemos que entender que el espacio está para ser disfrutado, no para llenarlo.
  • Conserva la energía: Menos pertenencias significan menos posesiones de las que preocuparse. Recuerdo una animación en la que un hombre consigue una varita que le permite conseguir todo lo que había soñado. Acaba no pudiendo disfrutar de todas esos lujos por miedo a perderlos. Dedicó toda su energía a proteger sus posesiones.
  • Libera tu espacio: Cuando recordamos algo que compramos o tenemos pero que nunca usamos, nos imponemos una especie de culpa auto-infligida por no usarlo. Ese material deportivo que compramos con la intención de usarlo todas las semanas y lo tenemos muerto de risa en el armario… Nuestro mundo exterior es un reflejo de nuestro mundo interior. Limpiando y simplificando nuestro espacio exterior, nuestro espacio interior se abrirá como una flor.
  • Aprecio: Cuando menos tenemos, más atención podemos dedicar a esos efectos personales que verdaderamente necesitamos con regularidad. Es sorprendente lo poco que realmente necesitamos. Cuando limpiamos nuestros hogares y nuestras vidas hasta lo esencial, somos capaces de disfrutar mejor de aquello que tenemos.

¿Cómo tener más con menos?

Listaré algunas sugerencias para incorporar la mentalidad “tener menos” a nuestras vidas. Podéis profundizar más en el tema leyendo el artículo original en Think Simple Now [en], aunque a veces peca un poco de misticismo.

  • Haciendo una única cosa a la vez
  • Ve más despacio
  • Sé lo más importante
  • Acaba con el desorden
  • Controla tus gastos
  • Disfruta de lo que tienes
  • Sé agradecido
  • Piensa simple

Es decir, que si eres hombre, tienes la mitad del trabajo hecho.

Affordance, una invitación a la interacción

Lo primero en lo que me fijo cuando intento diagnosticar por qué un objeto de uso común nos complica la vida, es su affordance. Sin duda, uno de los elementos más importantes del diseño. La madre del cordero. Sin la apropiada affordance el diseño del objeto fallará en algún grado.

Ejemplos típicos de objetos con una buena affordance serían un guante o un vaso. En todas las culturas tenemos un recipiente similar a un vaso que transmite rápidamente como beber su contenido. En cuanto al guante, puede que confundamos la mano, pero está clarísimo que si no es una, será la otra.

Guantes de plástico

¿Qué es la affordance?

James J. Gibson acuñó este concepto en la década de los 70 para indicar la propiedad que se puede percibir de un objeto que nos indica qué es lo que se puede hacer con él. La affordance sería el uso potencial de un objeto en su relación con el entorno. Gibson vinculó estrechamente el concepto a un entorno ecológico y dependiente de las capacidades físicas del sujeto (una escalera para un niño no es igual que una escalera para un adulto), pero a finales de los 80, Donald Norman catapultaría la affordance a la fama asociándola a los objetos cotidianos: puertas, teteras, cocinas, etc. Con esta nueva visión, la fuerte dependencia en el físico del actor se distribuiría también en capacidades culturales como las creencias, valores, necesidades y experiencias anteriores.

Una definición más actual y glamourosa de la affordance, sería la capacidad de un objeto para invitarnos a utilizarlo. Podríamos difinirla como una irresistible seducción al uso. Habría que notar que es una sugerencia de uso, no de posesión. La seducción a poseerlo creo que nos alejaría del tema.

¿Affordance en español?

El mismo Gibson, al acuñar el término nos confirmaba que “el verbo afford se encuentra en el diccionario, pero no el sustantivo affordance“. Afford en inglés significa proporcionar o permitir. Si una superfície es horizontal, suficientemente plana y resistente (una silla o una mesa, por ejemplo), esa superfície proporciona soporte y permite (affords) sentarnos. Esta acepción original nos conduciría a traducir affordance por permisividad o permitividad, por ejemplo. Aunque el significado de estos términos no sería muy acertado.

No hay una traducción mayoritariamente aceptada, pero estos son algunos de los intentos: comprensión intuitiva, posibilidades, adecuación, manipulación directa, invitabilidad, provisión, ofrecimiento y potencialidad. Como esta tarea es más propia de gurús, seguiremos refiriéndonos a ella por el término inglés.

¿Cómo se producen las affordances?

A través de la affordance podríamos interactuar con un objeto sin necesidad de haberlo conocido con anterioridad. Tradicionalmente, para descubrir la funcionalidad de un objeto tendríamos que reconocerlo y categorizarlo para así inferir su uso. Mediante las affordances no es necesario reconocer el objeto, sino su funcionalidad a través de su imagen. (Aunque no sólo percepción visual. Pensemos, por ejemplo, en nuestra capacidad para estimar la longitud de un palo que cogemos por un lado, sin tocarlo por el otro, sólo balanceándolo desde un punto de sujeción.)

Todos los objetos nos transmiten instrucciones de como deben ser usados a través de sus formas, dimensiones, colores, texturas y materiales con los cuales han sido construidos. Otro ejemplo típico en estos casos son las puertas. A veces, no es obvio si se empujan o hay que tirar de ellas. Esa pequeña cantidad de información puede resolverse mediante un pomo (para tirar) o una placa lisa (para empujar) y, de esta manera, no sería necesario añadir señales de “empujar” o “tirar”.

La relación entre estas características y las necesidades del individuo en acción la podemos concentrar en dos conceptos:

  • Visibilidad. Para poder realizar una acción sobre un objeto éste debe ser visible. Volviendo al ejemplo del pomo de la puerta, se acentúa esta propiedad cuando está colocado a la altura de la mano de una persona normal. Si estuviera colocado por encima de nuestras cabezas no trasmitiría un uso manual.
  • Comprensión intuitiva. Debe ser evidente la parte del objeto sobre la que hay que realizar la acción y cómo hacerla. A nadie se le ocurriría agarrar un cuchillo por el filo o empujar una palanca (en vez de girarla); por el mismo motivo, los niños se mueren de ganas por meter los dedos en los enchufes.

Semiótica de las affordances

En ocasiones, este acoplamiento entre sujetos y objetos descubre nuevos usos dependientes de las necesidades del entorno o del usuario. Cuando, por ejemplo, necesitamos sustituir un elemento que no tenemos a mano por otro. A pesar de que no fumo, he percibido una affordance en los mecheros para abrir botellas de cerveza y, a juzgar por el siguiente video, hay gente que la ha percibido no sólo en los mecheros:

Además, estas negociaciones entre objetos y personas favorecen la organización y significación que hacemos del mundo. En virtud de las affordances que hemos desarrollado para una mesa y para un florero, no decimos “la mesa está bajo el florero”, sino “el florero está sobre la mesa”.

En resumen, tengamos siempre en cuenta las affordances en el diseño. Invitaciones al uso de los objetos. Cuando se aprovechan adecuadamente estas “sugerencias de uso”, “basta mirar para saber que hacer, sin tener que recurrir a figuras, etiquetas o instrucciones”. Me he resistido hasta el final, pero no puedo remediar el pensar en la affordance de unos pechos femeninos. ¿Hay algo con más affordance? ¡Hasta un recién nacido sabe lo que hacer con ellos!

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¿Días laborales o laborables?

Estaba enfrascado en unas traducciones, cuando me asaltó la duda: ¿día laboral o día laborable?. Un rápido vistazo al DRAE para sacarnos de la duda. Lo correcto es día laborable (en este caso, el comodín del público también es válido). Puede estar muy claro, pero entonces ¿qué ocurre con jornada? Debería ser jornada laborable.

Día laborable es un día de trabajo, el día que no es de fiesta. Y laboral se utiliza para calificar algo como perteneciente o relativo al trabajo. Así pues, ¿son todos los días laborables laborales? ¿qué diferencia hay entre un día laboral y un día laborable?