El principio del fin de Facebook

Douglas Rushkoff (wikipedia | web oficial | twitter) es otro de esos profesores prodigio de la NYU que escribe y teoriza sobre la influencia de los nuevos medios en personas e instituciones. Recientemente ha expresado que los días de Facebook están contados [en].


Con cerveza de por medio es más fácil socializar. Publicidad de Heineken.

Tras la inversión millonaria en Facebook por parte de Goldman Sachs, convirtiendo una startup de 6 años en una empresa valorada en 50 mil millones de dólares, Douglas anota que, este hecho, es una señal de que Facebook ha llegado a su cenit. Normalmente no hago mucho caso de artículos que declaran la muerte de algo que rebosa de vida —porque tienden a ser sensacionalistas, pero éste dice cosas interesantes:

Sin embargo, las redes sociales son en sí mismas tan pasajeras como cualquier encuentro social, discoteca o fiesta. Es la gente la que importa, no el lugar. Así que cuando los líderes que marcan la tendencia de un nicho social deciden que el lugar en el que todos socializan ha perdido su brillo o, lo que es más importante, su exclusividad, pasan al siguiente, llevándose a sus seguidores con ellos. (El sucesor de Facebook no dudará en facilitar una “utilidad de migración” con la que importar a todos los llamados amigos, si así lo deseamos.)

Seguiremos adelante […] sin siquiera mirar atrás. Cuando el lugar es tan etéreo como un sitio web, nuestra lealtad es mucho más abstracta que la que mostramos hacia un bar local o un gimnasio. No vivimos ahí, no conocemos al dueño, y estamos más predispuestos a indignarnos por el último cambio en la política de privacidad o al enterarnos que cada uno de nuestros contactos se ha vendido al mejor postor corporativo.

Así que no es que MySpace perdiera y ganara Facebook. Es que MySpace ganó primero, y Facebook ganó después. Caerán en el mismo orden.

Vía 52 Weeks of UX.