Cómo una checklist puede salvar vidas

Checklist para salir del lavabo: tirar de la cadena, subirse la cremallera, lavarse las manos, apagar la luz y cerrar la puerta

Esto es lo que comúnmente llamaríamos una lista de comprobación o verificación (en inglés checklist). No ésta en particular, pero algo tan sistemático y de baja tecnología logra salvar miles de vidas en los hospitales. Tal es el caso del modelo desarrollado por el Dr. Peter Pronovost de la Universidad de medicina Johns Hopkins de los Estados Unidos. En las UCI es normal el uso de vías intravenosas (catéteres, por ejemplo) para administrar medicación, las cuales pueden infectarse causando graves complicaciones. El doctor Pronovost, cuyo padre falleció debido a una de estas infecciones y sabedor de que en ciencia muchas veces la solución más sencilla es la mejor, recopiló una checklist de cinco pasos. Muy simples, directos:

  1. Lavarse bien las manos antes de la colocación del catéter;
  2. Desinfectar la piel del paciente;
  3. No pinchar en zonas de riesgo (como las femorales);

Cuando esta lista se puso en práctica, las infecciones debido a vías intravenosas fueron prácticamente eliminadas, ahorrando millones de dólares al hospital al no tener que tratar con complicaciones. Lo más importante es que, en 18 meses, se salvaron más de 1500 vidas.

No había alta tecnología, ni nuevos descubrimientos científicos en este método. No estamos hablando de algo ocurrido hace 80 años (la checklist fue implantada en 2003). ¿Cómo algo tan simple puede llegar a sen tan poderoso?

En Heroic Checklist, los hermanos Heath, dan algunas respuestas:

  • Las listas de comprobación son buenas porque educan a la gente en la toma de las mejores acciones, mostrando la forma correcta de hacer algo;
  • Las checklists nos ayudan a evitar los puntos débiles en casos complejos;
  • Las checklists son un seguro contra el exceso de confianza;
  • Las checklists hacen que la probabilidad de cometer un gran estropicio sea menos probable.

El principal problema es que a pesar de ser tan necesarias, poca gente las utiliza. Es con lo que se encontró el doctor Pronovost cuando propuso a las enfermeras que se encargaran de gestionar las listas. “No es mi trabajo hacer de policía de los doctores”, decían. Y éstos se quejaban de que las enfermeras no podían cuestionarlos públicamente. Finalmente, Pronovost decidió apelar a un valor compartido por todos ellos: la salud de los pacientes. Juntó a doctores y enfermeras y les preguntó:

– ¿Permitirían intencionadamente que la salud de un paciente fuera puesta en peligro en su presencia?
– Por supuesto que no -contestaron todos.
– Entonces, ¿cómo pueden ver a alguien no lavarse las manos y no recriminárselo?

Para estandarizar los elementos críticos de un proceso, que son necesarios repetirlos continuamente, no lo dudes un instante: usa listas de comprobación. Cuando la líes, no digas que no te avisé. ¿Tienes ejemplos donde las checklists realmente funcionan?