El ordenador corporal

Después de mi affair con la Realidad Aumentada, me dejé tentar por otro de los temas que más me llamaron la atención de las magistrales clases de Misterpaquet: el ordenador corporal (wearable computer en inglés), también conocido como computador vestible.

FAIL de ordenador corporal
Esta no es precisamente la idea que hay tras el ordenador corporal

En la búsqueda por las interfaces definitivas y la ubicuidad de los ordenadores, nos encontramos con el ordenador que podemos vestir. Es un concepto que va más allá de la movilidad, puesto que el paradigma de interacción no cambia con los móviles de última generación. En un ordenador corporal llevamos encima el ordenador, pero interactuamos con éste según el contexto. De la misma manera que llevamos un reloj, unas gafas o un vestido, y permitiendo que podamos concentrar toda nuestra atención en la tarea que estamos realizando en vez de en la utilización del propio sistema.

Pantalones con teclado incorporado
Esta no es precisamente la manera de interactuar de un ordenador corporal

La clave está en que el ordenador corporal se integre con la vestimenta y sus complementos. Hacerlo invisible a la vista. Pantallas en la cabeza incorporadas en gafas, sensores y dispositivos de entrada no obstrusivos en pendientes, collares o zapatos, etc. Esto abre una gran abanico de oportunidades para el campo del diseño de moda y la ropa inteligente. Siempre podremos vestir retro mientras la tecnología envuelva las fibras de la ropa.

Reloj calculadora de Casio
¿Quién no ha experimentado con los ordenadores corporales en su juventud?

En el MIT Media Lab llevan investigando durante años con la tecnología que hace posibles los ordenadores ponibles. Trabajando sobre una primera aproximación con la que integrar los dispositivos en un chaleco, no se les ocurrió manera mas friki de llamar al proyecto que MIThril.

Actualmente, han desarrollado un ordenador corporal que convierte cualquier superficie en una pantalla interactiva [en]. Con ello recrean el concepto de un “sexto sentido” para los humanos. Usamos nuestros cinco sentidos para obtener información del entorno. Sin embargo, mucha de la información que nos ayuda a entender y responder al mundo no proviene de nuestros sentidos, sino de los ordenadores e Internet. Con esta interfaz se pretende que nos alimentemos de esa información de una forma orgánica, como con nuestros sentidos:

Las posibilidades y aplicaciones de los ordenadores corporales son infinitas menos uno. Sistemas corporales para el consumidor, en medicina, educación, salud, en el ejército, etc. Imaginémoslo como una extensión a nuestro cuerpo, con la que podremos realizar tareas extraordinarias. Casi superpoderes. Nos permitirán estar en más de un sitio a la vez o tener “super memoria” con el concepto de memoria aumentada [en]. Al entrar en una habitación, por ejemplo, el ordenador corporal reconocería a las personas allí presentes y nos recordaría nombres e historial o se nos susurraría al oído que se acerca la hora de alguna tarea programada o una importante reunión.

Es un paso evolutivo antes de que seamos ciborgs.