El análisis de sangre rediseñado
Sigo aún rebelado por la manipulación evidente a la que estamos sometidos en la sociedad de consumo. La puntilla no es la manipulación, es la evidencia, el descaro.
Cada año se inventan nuevas enfermedades. Las relacionadas con la mente y el sexo se llevan la palma. Medicalizan la timidez o bajan los niveles de algún factor de riesgo para vender más fármacos. Lo explica sin tapujos Joan-Ramon Laporte, jefe del servicio de farmacología en Valle Hebrón (Barcelona):
Cada vez que se reúne uno de los comités de hipertensión arterial (el estadounidense, el europeo o el de la OMS) bajan el nivel de presión arterial considerado normal, y lo mismo ocurre con el colesterol. En pocos años se ha disminuido de tal manera el límite de normalidad del colesterol que cada vez hay más población que debe tratarse. En EE.UU. ha aumentado de 3 millones de personas a 25 en 10 años.
Un asterisco rojo en un valor que antes era considerado normal. Así es como recuerdo que quedaban marcados los niveles de riesgo en los resultados de un análisis de sangre. Con 12 años la rodilla se me quedaba tiesa y, para encontrar un diagnostico, tenía que hacerme analíticas cada pocos meses. Luego disfrutaba interpretando la biometría hemática a razón de asteriscos rojos. Me encantaba pasarme de plaquetas. ¿Miles de millones de eritrocitos por microlitro? Poco debe ser cuando sale una estrellita roja al lado…
El tema es que todos esos datos tenían mucho potencial para ser visualizados de una forma más idónea. Por eso Wired Magazine lanzó esta propuesta sobre como podrían mostrarse los resultados de un análisis de sangre: