La parábola del bolígrafo del espacio

Desconfíen de todo gurú que cuente como cierta esta historia:

Cuando la NASA inició la carrera espacial y el lanzamiento de astronautas al espacio, descubrieron que los bolígrafos no funcionaban con gravedad cero. Con algo tenían que escribir, de alguna manera tenían que tomar sus más que importantes notas de todos los experimentos que se estaban planificando.

Para resolver este enorme problema, la NASA contrató a la compañía Andersen Consulting (actualmente Accenture) quienes tras invertir unos 12 millones de dólares y una década de tiempo resolvieron el problema: consiguieron desarrollar un bolígrafo que escribe con gravedad cero, de cabeza para abajo, de punta para arriba, debajo del agua, en prácticamente cualquier superficie, incluyendo cristal, y en variaciones de 0 a 150 grados Celsius…

…durante todo este tiempo los cosmonautas rusos utilizaron un lápiz.

Es una buena parábola en favor de la simplicidad, pero una leyenda urbana al fin y al cabo. Hay muchas razones que cuestionan la veracidad de esta historia, pero la más contundente nos la cuenta Pedro Duque: “los boligráfos funcionan con gravedad cero“.

Space Pen de Fischer