Para toda la vida

Yo me acojono cuando escucho la expresión “para toda la vida“. Me trasmite una mezcla de incredulidad y respeto mayúsculo que no creo yo que casen bien. ¿Cómo voy a guardar un secreto de por vida? ¿Es el amor en una relación para toda la vida? Es esta misma aprensión la que me conserva de hacerme ningún tatuaje, pero también es verdad que cuando con 6 años me diagnosticaron superdotación intelectual, se suponía que era para toda la vida, leñes.

Por eso hay que cogerla con pinzas la expresión “para toda la vida”. En 2005, la empresa Joyent, que por aquel entonces se llamaba TextDrive, lanzó una oferta de alojamiento web de por vida al precio de 499 dólares. Un único pago y Lifetime Web Hosting, que venía a significar “para toda la vida”, de la empresa.

Entre un tatuaje de un pescado en la pantorrilla izquierda y la contratación de un hosting de por vida, acabe decidiéndome por este último. Así que Harry, Marcio y yo contratamos por aquel entonces los servicios de TextDrive.

Parecían tener unos servidores robustos, aunque descuidaron con los años la capacidad de producción y a mediados de agosto de 2012, cuando TextDrive ya había sido adquirida por Joyent, enviaron un email anunciando que el plan de alojamiento de por vida finalizaba el 31 de octubre de 2012. Así de sopetón, como si tu mujer te soltará un domingo por la mañana después de un polvo matutino que ya no está enamorada de ti.

Ese hubiera sido un buen momento para recoger los bártulos, pero pocos días más tarde Dean Allen, fundador de TextDrive, se propuso relanzar la empresa independientemente el 1 de noviembre de 2012. Lo llamó “Continuación de la vida” y se convirtió en un héroe… Hasta que empezaron a migrar servidores.

En marzo de 2013 migraron los servidores en los que estaba alojado este mediocre blog y toda la codificación de los caracteres de los artículos (el encoding en inglés) se fue a tomar por saco. Me encontré con una web que se hacía difícil de leer, ya que todas las palabras con acento y signos propios del español, como la ñ, se habían transfigurado en signos incomprensibles. Además no podía acceder a la base de datos tras la mudanza y tuve que tirar de una copia de seguridad, moverlo todo a un nuevo servidor (uso Dreamhost ahora) y tratar de solucionar el tema del encoding.

Fue doloroso, casi como un tatuaje de un pescado en la pantorrilla, pero todo parecía haberse arreglado. De pronto, alrededor de noviembre de 2013, ocurrió que cada vez que guardaba un post en el que estaba trabajando, todo el encoding se iba a tomar por saco. La primera vez me dio por corregir todos los acentos manualmente. La quinta vez también, pero supongo que a la sexta ya el asunto me irritó de tal manera que me propuse encontrar una solución. Trasteé con la base de datos y lo pasé todo a UTF-8 (supongo que una vez más) hasta que los nuevos posts ya no sufrían ningún problema, pero la codificación del resto de entradas se fue a tomar por saco, de nuevo. En la base de datos, las entradas que se leen bien son las que en el blog aparecen mal y al revés, pero en el panel de administración me aparecen vacíos. En fin…

La “Continuación de la vida” de TextDrive fue más bien un lento agonizar. Los servidores se caían y no había un servicio de soporte que pudiera responder a los problemas generados. Finalmente, todas nuestras páginas alojadas allí dejaron de estar accesibles en febrero de 2014 y, poco después, Dean Allen anunció el final de la aventura:

TextDrive R.I.P.
[…] no hemos conseguido revivir TextDrive con éxito.

Lo que comenzó a mediados de 2012 como un apasionante reto impulsado por buenas intenciones y claros medios se convirtió rápidamente en un proyecto de limpieza sin casi recursos.

Es decepcionante anunciar que […] hemos agotado las opciones para seguir con TextDrive y vamos a cesar operaciones el 14 de marzo de 2014.

[…]

Lamento haberos defraudado.

El experimento de convertir a tus clientes en pequeños inversores de capital de riesgo puede que le funcionara a la empresa para despegar, pero desde luego no acabó bien para sus clientes.

Voy a aprovechar esta desventura para anunciar también el cese de operaciones en Makememinimal, un blog que se fundó sobre los cimientos de la pasión por el buen diseño y que acabó siendo algo mucho más personal. Posiblemente, ver la web con todos esos problemas de encoding haya ayudado a tomar esta decisión, pero la verdad es que estoy considerando 2014 un año de grandes cambios y este es uno de ellos.

Espero no haberles defraudado tanto como Dean, pero esto se va a quedar así, para toda la vida.

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