Sobre la numeración de las calles
Hace unos días regresé de Berlín con la mosca detrás de la oreja. Una tarde fui dando un paseo hacia una galería de arte de la que conocía su número y, cual fue mi sorpresa, cuando vi que se acabó la calle por el número 17 y el número que buscaba, el 84, no aparecía. Le di otra vuelta a la calle por la misma acerca sin ningún éxito. Los números iban pasando consecutivos, no como en España donde los pares se colocan a un lado de la calle y los impares al otro. El que haya estado en Berlín ya sabe lo que eso supone en cuanto a distancia y dimensiones. Después de comprobar debajo de la placa de la calle su nombre con mis anotaciones por dos veces, acabé preguntando a una señora que me señaló el número 84 más o menos enfrente del punto en que nos encontrábamos.
Y volvieron a mi cabeza historias como los diferentes sentidos de la conducción de vehículos o el distinto ancho de las vías del tren que cambian según los países.
Después de investigar un poco, estas son algunas formas de numerar los edificios:
España
El sistema de numeración español es el más corriente en Europa. Los números pares de las viviendas a un lado de la calle y los impares al otro. La numeración comienza desde el centro del pueblo o de la ciudad. Si se trata de una ciudad costera o un pueblo pegado al mar, la numeración comienza junto a la costa. De todos modos podemos encontrar excepciones a esta norma y encontrar calles con todos los números correlativos en la misma acera.
Berlín
Aquí se utiliza un sistema de herradura. Se comienza a numerar en una acera y cuando la calle termina se cruza de acera y la numeración continúa. Por eso podemos encontrar el 236 enfrente del número 3.
Florencia
En esta ciudad italiana tienen un curioso sistema. Un domicilio particular puede estar en el 36n (nero) mientras que una tienda puede estar en el 36r (rosso) sin hallarse ubicados en el mismo edificio. Esto es así porque en una misma calle los edificios particulares siguen una numeración y los comercios y edificios públicos otra. Para complicarlo un poco más, edificios que deberían estar con numeración negra lo hacen en azul.
Argentina
Aquí utilizan un práctico sistema de numeración. El número del edificio viene dado por la distancia que lo separa del inicio de la calle. Así, el número 85 se encuentra a 85 metros del inicio de esa calle y el número 86 que está enfrente a 86 metros. De este modo si te envían al 435 ya sabes que te queda un buen tramo por recorrer. Además cada número que pasas te va informando de la distancia recorrida y la que te falta.
Japón
El más anárquico de todos los sistemas. El número del edificio responde a la fecha de su construcción. De este modo podemos encontrar en una calle que el número 1 no sea el primer edificio y el número 2 esté a 300 metros del número 1. El número 1 puede tener al lado el 125 y el número 2 el 16. En algo tenían que fallar.
A todo esto, no nos olvidemos que se puede complicar cualquier sistema de numeración añadiendo factores como la coletilla “bis” , saltos de diez o quince números -que responden a que el nuevo edificio ocupa el espacio de las diez viviendas que habían con anterioridad- o placas con la numeración catastral al lado de la normal. De este último caso trata la foto tomada en Praga donde la placa azul es el número de la calle y la placa roja el número de identificación del edificio.