El estándar definitivo de almacenamiento

Recuerdo cuando irrumpió, allá por el noventa y poco, el “estándar definitivo de almacenamiento”, entonces llamado CD-ROM. Ahora se llama DVD. Pronto se llamará Blue-ray o VMD. Más tarde lo llamaremos HVD, etc. Típicos formatos que en su momento fueron o serán el sólido y definitivo estándar para almacenar y distribuir información.

En cuanto llegaron los 44 KHz, enterramos los cassettes. Ya no servirán como “estándar definitivo”, acababa de llegar el apabullante futuro. Al final resulta que el hoyo que estabamos cavando para los vinilos lo aprovecharán antes los CDs. Ahora escuchamos la música en un reproductor de MP3.

Cuando perdí definitivamente mi fe ciega en los “estándares definitivos”, todo fue a a parar a un disco duro, o varios. Y el inservible formato a la basura, que es lo de menos. Lo importante es que sea pequeño, o mejor aún, ponible, integrable. ¡Qué se mueran ya las cinco pulgadas! Que formato más incómodo.